Una hija del locutor Fernando Pérez González, Yanai Pérez Dueñas, describió cómo murió una de las voces que laboró por más de 40 años en la estación radial WKAQ 580.

En entrevista telefónica desde Texas con WKAQ, estación cuyas primeras horas de programación de hoy estuvieron dedicadas a la memoria del locutor, Yanai explicó que Pérez González será cremado como fue su voluntad, pero que sus restos eventualmente serían traídos a la Isla, aunque aún no tienen fecha.

Yanai, una de dos hijas de Pérez González, dijo que el fallecimiento de su papá fue sorpresivo. Explicó que el lunes de la semana pasada acababa de completar la venta de su casa en Puerto Rico, y el locutor y su esposa Jossie Dueñas, con quien tuvo una larga relación, tenía planes de buscarse una residencia propia, pero por el momento vivían en la casa de Yanai. El fallecimiento fue el sábado, mientras estaba en la sala de su casa en Texas, donde se habían trasladado él poco después de su jubilación en abril pasado.

La mujer contó que llegaron a la casa de las tiendas, donde estaban comprando artículos para disfrutar en familia el juego de la postemporada entre los Yankees de Nueva York y los Astros de Houston.

“Se sienta en su sillón, con la perrita de nosotros. Se sienta a ver el canal de deportes, le dice a mami ‘Jossie, tengo hambre’… lo estaban rodeando sus nietos”, contó.

Yanai contó que ella se alejó entonces de la sala a ver algo en su teléfono y entonces oye un ruido. Preguntó qué era eso y su hija le dijo que era “abuelo roncando”, pero ella sabía que no era eso. “Yo sé cómo ronca papi”, dijo y salió corriendo a la sala.

"Ahí él estaba en el sillón en las últimas, como buscando aire, esa fue la última imagen… rodeado de todos nosotros”, narró Yanai al describir la muerte del locutor.

Sobre los detalles de las exequias, hoy lunes estarán a las 10:00 a.m. en la funeraria, y posteriormente tendrán un servicio en la iglesia donde se congregaban en Spring, Texas. En una fecha aun no decidida, la familia se trasladaría a la Isla con los restos de Pérez González para un servicio para seres queridos, los hermanos de su iglesia en Fajardo y el público.

“Y que el pueblo de Puerto Rico le de el último adiós como se merece”, sostuvo la hija.