Pontiac era el nombre del jefe de una tribu norteamericana llamada Ottawa. Durante la década de 1760, Pontiac se alió a los franceses en un intento de expulsar a los ingleses de su territorio para así restaurar la autonomía de los indios norteamericanos. Para ello, logró agrupar a casi todas las tribus que vivían desde el gran lago Superior hasta el golfo de México. En su campaña, realizó varios ataques que le causaron grandes bajas a las fuerzas británicas. Finalmente, sus guerreros lo abandonaron y tuvo que rendirse en 1765. Cuatro años más tarde fue asesinado por un miembro de la tribu Illinois.

El emblema de la marca Pontiac hace alusión a sus orígenes indígenas. El mismo consiste de la punta de una flecha y apareció por primera vez en los modelos de 1964. Anterior a la lanza, esta división de General Motors utilizaba la imagen del chief Pontiac en algunos logotipos. Sobre los autos, en las épocas en que se usaban mucho los adornos sobre los bonetes, Pontiac utilizaba otros motivos indígenas como flechas, lanzas y bustos de indios.

Los orígenes de la marca como tal se remontan a 1907 cuando fue fundada la automotriz Oakland. Esta a su vez, fue adquirida más tarde por William Durant, fundador de General Motors y la convirtió en una de sus divisiones. A mediados de la década de los veinte y para acaparar una porción mayor del mercado, General Motors creó subdivisiones de sus marcas existentes, con la excepción de Chevrolet. De Cadillac, surgió La Salle; de Oldsmobile, Viking; de Buick, Marquette y de Oakland, Pontiac. Aunque tuvieron una buena aceptación, todas, menos Pontiac, sucumbieron ante los estragos de la Gran Depresión de los treinta. Sin embargo, Pontiac resultó ser la más popular de todas las nuevas subdivisiones y logró sobrevivir a su propia división matriz, Oakland, la cual fue cancelada en 1931.