Un consumidor que deba un total de $92,000 al sumar sus deudas de hipoteca, préstamos y tarjetas de crédito, y que espere terminar de pagar todo en 22 años, ¿podrá saldar todo en menos de la mitad del tiempo?

La respuesta, según el coach certificado en finanzas personales José Medina, es que sí, y que no es necesaria una cuantiosa suma de dinero para lograrlo.

“Toda persona lo puede hacer, la clave es el compromiso del cambio y asumir una nueva actitud de disciplina en la planificación de las finanzas, alejada del consumo desmedido”, aseguró Medina, quien también es presidente de Finanzas al Máximo, entidad que ofrece servicios de coaching individualizado y talleres grupales sobre finanzas personales.

De hecho, indicó que con $150 al mes el consumidor puede ir acelerando el pago de una cuenta a la vez hasta saldarlas en menos tiempo del que tomaría haciendo solo el pago mínimo requerido. Para lograrlo, Medina aconseja seguir los siguientes pasos:

1. Anotar a cuánto ascienden sus ingresos netos, cuántos pagos mensuales hace y a cuánto ascienden todos los gastos en total. “Un ejercicio básico fundamental es anotar por 30 días todos los desembolsos que hacemos, lo que nos da una perspectiva de a dónde se va el dinero”, sostuvo el experto. También da una idea de qué gastos son discrecionales o no esenciales y que se podrían recortar. 

2. De acuerdo con Medina, cuando se reduce este tipo de gasto, que suelen ser salidas de entretenimiento o comidas fuera de casa, “se ha probado que las personas que reciben un salario pueden tener en promedio $150 disponibles”.

3. En cuanto a las hipotecas, préstamos de auto y préstamos de consumo, el consumidor debe elaborar una lista que incluya el balance que tiene en cada una, la tasa de interés, el pago mensual y el tiempo que tomaría cancelarlas.

4. Hecho esto, se procede a identificar cuál de esas deudas tiene el balance menor y la tasa de interés más alta para abonar al menos el doble del pago mínimo requerido. Por ejemplo, si tiene una tarjeta de crédito con un balance de $2,000 cuyo pago mínimo es de $90 al mes, proceda a abonar mensualmente al menos el doble ($180) para saldarla en la mitad del tiempo. La idea es acelerar una deuda a la vez hasta saldarla, lo que ahorrará tiempo y dinero en intereses, utilizando lo que ahorró al cortar gastos innecesarios. Mientras, continúa abonando el pago mínimo requerido en sus otras cuentas.

5. Una vez se logra cancelar la primera cuenta, el próximo paso es utilizar el dinero ahorrado del pago de esa deuda para el pago de la segunda deuda que se desea saldar, dijo Medina. Así, si en la segunda tarjeta de crédito escogida el pago mínimo es de $60, puede abonar cada mes $60 más los $180 que abonaba a la anterior. “Eso va a redundar en que el dinero aportado a cada deuda vaya aumentando exponencialmente, permitiendo cancelar deudas de consumo en tiempo rápido, salir de deudas con tasas de interés altas, reducir miles de dólares en intereses y evitar varios años de limitaciones financieras”, agregó.

6. Una vez termine de saldar los préstamos de consumo, entre los que se incluyen las tarjetas de crédito, los préstamos personales y los empréstitos sobre el título de propiedad del vehículo o “tittle loans”, se puede acelerar el pago de los préstamos de auto y, por último, las hipotecas, que suelen ser las de los balances más altos.

Para que un plan para acelerar la cancelación de deudas funcione, lo ideal es dejar de utilizar las tarjetas de crédito y evitar a toda costa incurrir en nuevas deudas.

Observó que comenzar por las deudas de menor balance, que son las más fáciles de saldar, le permite al consumidor experimentar el éxito y motivarse a seguir adelante con el plan. También le ayuda a mantener la disciplina de reducir los gastos no esenciales.

En el caso de aquella persona a la que le quedaban 22 años para saldar $92,000 en deudas, Medina indicó que al utilizar $150 adicionales para acelerar el pago de una deuda, espera terminar de pagar todo en seis años y medio.