El impacto en la economía de la operación de restaurantes tiene una proyección esperanzadora para el 2024, a pesar de los retos que supone el costo energético y el reclutamiento de empleados.

Así los reveló hoy la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico, ASORE, al presentar su informe: “Proyecciones 2024″, un estudio que llevaron a cabo en colaboración con la firma Inteligencia Económica. El informe, que analiza los retos y oportunidades que enfrenta la industria de restaurantes y sus suplidores, reveló que todas las categorías de ese sector deben experimentar una mejoría.

“En 2024, se proyecta como un año bueno, las ventas vienen de crecer en el 2023 en cerca de un 8% a 9%, así que estamos proyectando que este año, según baje la inflación, se van despejando algunos de los retos que tiene el panorama. Las ventas deben estar en un 6% a 6.5% para el 2024. Todo el ecosistema de restaurantes, que incluye panaderías, restaurantes finos, lo que es QSR (restaurantes de servicio rápido), todas las categorías deben tener una mejoría moderada en este año 2024 que apenas comienza”, explicó el economista de la Firma Inteligencia Económica, Gustavo Vélez.

El presidente de ASORE, Carlos Budet, por su parte, expresó que “el estudio refleja el esfuerzo que han hecho los restaurantes de Puerto Rico y la Asociación, desde que venimos recuperándonos de la pandemia, pero obviamente queda mucho por hacer”.

Entre los hallazgos más impactantes del informe, figura el aumento significativo en ventas, con un 51.5% de crecimiento en el segundo semestre de 2023, comparado con el primer semestre; y un aumento de un 57.4% en comparación con el segundo semestre. Se detalló que el incremento constante es un indicador de la recuperación y fortaleza de la industria.

De otra parte, el estudio también reveló los retos de la industria, como el aumento en costos operacionales y energéticos que experimentó el 54.7% de los restaurantes. Este aumento representa un desafío importante para la rentabilidad y eficiencia operativa de los establecimientos.

“La energía eléctrica impacta directamente todo el funcionamiento de un restaurante, va a impactar los costos, va a impactar todo lo que tenemos que hacer y la lucha diaria es para controlar ese costo y no pasarles ese gasto a nuestros clientes. Así que muchos de nuestros restaurantes llevan una batalla de mucho tiempo, asumiendo ese costo para no tener que aumentar nuestros precios. Vamos a estar buscando soluciones, vamos a estar en conversaciones con nuestro gobierno para ver cómo podemos controlar esas mensualidades”, detalló Budet.

Entre las soluciones que estarán buscando, está la energía renovable y los incentivos para mitigar el costo de electricidad.

Respecto a la mano de obra, el estudio reveló que, al momento, hay 2,609 plazas vacantes, poniendo al relieve la necesidad de estrategias efectivas de reclutamiento y retención de personal.

“La mano de obra es un gran reto, pero estamos confiados en que logremos insertar esa fuerza trabajadora a nuestros restaurantes y que entienda que trabajar es la solución a la transición”, explicó Budet.

Según el presidente de ASORE, para incentivar la mano de obra, se busca “amarrar” con programas como el PAN, sin que se le penalice al trabajador “por poder generar más ingresos y que se le vayan a restar ayudas”.

Budet añadió que se les están ofreciendo mejores salarios, más del mínimo federal, y que todo Puerto Rico debe entender que “la patria se hace trabajando”.

Por su parte, Chantal Benet, economista de la firma Inteligencia Económica, indicó que los participantes del estudio detallaron que los obstáculos a la hora de reclutar empleados son: encontrar los candidatos cualificados y el aumento en el salario.

Para este estudio se encuestó a 209 participantes con una representación de 1,069 establecimientos, que incluyó 39 distribuidores y 170 restaurantes, que van desde establecimientos de “casual dining”, “fine dining”, servicio rápido, cafeterías y panaderías.