En la adolescencia, Omar de Hoyos Ramos, no creía que podría tener su propia finca y labrar la tierra como su abuelo Marcelino de Hoyos, ya que el trabajo era demasiado exigente y duro, pero dos décadas después ha logrado hacerlo, con gran esmero y mucha pasión, con la idea de ser su propio jefe y ser autosuficiente.

Fue la crisis económica lo que hizo que cambiara de parecer, y decidiera entrar en el campo del agroempresarismo para dar vida a la finca que dejó su abuelo cuando falleció, y tener la oportunidad de contribuir a la economía desde una empresa familiar.

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“La situación económica que hay en nuestro país es muy difícil, y llega un momento en que uno dice, tenemos que generar empleos porque nuestro país no se puede quedar así por la crisis económica y queremos motivar a la juventud a que comprendan que no hay que coger un machete sino que hay equipos y tecnología con la que podemos innovar en la agricultura”, explico De Hoyos Ramos.

El agroempresario y su esposa Denisse Rosado Díaz, han establecido desde hace unos meses con varios productos a base de plátano, que han recibido gran acogida en el mercado.

Se trata de la empresa Siembra la Tierra, que produce plátanos y guineos, además de café y productos menores en la finca De Hoyos Farm LLC, que cuanta con 10.4 cuerdas en el sector Santa Bárbara en el barrio Jayuya Abajo.

“Siempre quise tener mi propia finca, eso lo recibí de mi abuelo con quien pasaba gran parte del tiempo ya que me crió junto a mi abuela y mis padres, y siempre visualicé teniendo una finca”, expresó De Hoyos Ramos, de 38 años, y con un bachillerato en Gerencia Industrial de la facultad de Administración de Empresas en la Universidad Interamericana de Ponce.

La empresa pudo haberse establecido mucho antes si no es por el engorroso proceso de permisos, por el que pasaron ocho meses, y que en varias ocasiones fue tan desalentador que pensaron en dejar atrás su idea de empacar los productos al vacío.

“Fue bien frustrante, y hasta contamos con servicio de gestoría, pero no funcionó, y a veces uno pensaba que no se iba a poder lograr nuestro propósito”, expresó el empresario que tuvo que invertir alrededor de $3 mil en el proceso de permisos.

Curiosamente los permisos del Departamento de Bomberos y del Departamento de Salud, que regularmente se piensan los más difíciles, por los detalles y la falta de personal, fueron los más ágiles.

Una vez logrado los permisos iniciaron los trabajos para empacar y mercadear el plátano, los platanutres y la harina de plátano.

“El producto ha tenido gran acogida”, explicó Rosado Díaz, quien corta los plátanos, así como los convierte en harina mediante un proceso sencillo para luego empacarlos al vacío con una maquinaria que adquirieron para ese trabajo en específico.

Hasta ahora, los productos se mercadean en los Supermercados Econo y Best Mart de Jayuya, pero por la acogida que ha tenido el producto, al ser fresco y no tener las conservas de los importados de Centroamérica y del Caribe, vislumbran ampliar la producción y distribución antes de que finalice el año hacia otras regiones del país.

La pareja, que labora a tiempo completo en una industria farmacéutica y en su tiempo libre en la finca, planifica cultivar más plátanos y guineos en otra finca que tienen en el barrio Mameyes de Jayuya, con miras a exportar hacia Estados Unidos, ya que han recibido peticiones de Florida, Connecticut y Chicago.

En los próximos meses estarán visitando otros supermercados y restaurantes, fuera de Jayuya, para ampliar su radio de acción y contratar más empleados.

Los comercios interesados en los productos de Siembra la Tierra pueden llamar al 787-617-1603 y 787-307-7299 o escribir a productossiembralatierra@gmail.com.