Oracle abandona Silicon Valley y traslada su sede a Texas
Desde el inicio de la pandemia, varias empresas de la industria tecnológica se han reubicado en lugares con un costo de vida inferior.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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San Francisco. La segunda mayor empresa de software del mundo, Oracle, anunció ayer que cambió su sede de la región californiana conocida como Silicon Valley a Austin (Texas), siguiendo los pasos de otras varias firmas y personalidades de la industria de la tecnología.
La empresa, fundada en 1977 por Larry Ellison y que actualmente emplea a 6,500 personas en su sede de Redwood City (California) informó del traslado en documentación entregada a los reguladores bursátiles en Estados Unidos.
“Creemos que esto nos sitúa mejor para crecer y proveer a nuestro personal de más flexibilidad sobre dónde y cómo trabajan. Dependiendo de su puesto, muchos de nuestros empleados podrán elegir en qué oficina quieren trabajar o si quieren seguir trabajando desde casa a tiempo parcial o completo”, apuntaron desde Oracle.
Pese al traslado, la compañía de software se comprometió a “seguir apoyando” sus operaciones en Redwood City, así como las que tiene en otras ciudades estadounidenses como Santa Mónica (California), Seattle (Washington), Denver (Colorado), Orlando (Florida) y Burlington (Vermont).
Desde el inicio de la pandemia, han sido varias las empresas y ejecutivos de la industria tecnológica que han abandonado Silicon Valley, puesto que el trabajo remoto les ha permitido reubicarse en lugares con un costo de vida muy inferior, menos presión fiscal y con regulaciones menos estrictas.
Es el caso de compañías como Hewlett Packard Enterprise, McKesson y Charles Schwab, así como del consejero delegado de Tesla y fundador de SpaceX, Elon Musk, quien esta misma semana reveló que abandonaba su residencia en California y se trasladaba a vivir al estado sureño.
A diferencia de California, un estado en el que los demócratas copan todos los lugares de la Administración estatal y que durante los cuatro años de gobierno de Donald Trump se ha erigido en el principal bastión contra las políticas de Washington, en Texas son los republicanos quienes controlan la mayor parte de la Administración del estado.