Científicos en Irlanda han diseñado un robot de compañía para mejorar el bienestar de las personas mayores que viven de manera independiente en sus propias casas o en comunidades de jubilados.

Expertos de la Universidad Trinity College de Dublín presentaron a "Stevie II", una versión avanzada del primer robot de asistencia social creado en este país con Inteligencia Artificial (AI, sus siglas en inglés).

El nuevo modelo podría convertirse en una herramienta de gran ayuda en asilos o en centros donde residen personas de edad avanzada que sufren problemas de movilidad y reclaman una experiencia afectiva.

"Cuando presentamos a Stevie, en vez de preferir que recogiese objetos o realizase tareas, lo que la gente realmente quería era interactuar con él, tener una conversación o pedirle algún tipo de información", explica en un comunicado Niamh Donnelly, experta en AI del Trinity College.

En consecuencia, la siguiente versión de Stevie iba a tener un "componente social" más definido, señala la experta, quien adelanta que las próximas evoluciones seguirán explorando este componente social del robot.

"En el futuro, nos encantaría trabajar en la capacidad de Stevie para mantener una charla trivial. Eso es extremadamente difícil ya que depende enormemente del contexto, así que sería genial que pudiera desarrollar esa destreza", afirma Donnelly.

De esa manera, los próximos Stevies podrían llegar a "vacilar" un poco con sus interlocutores, celebra la investigadora.

Este equipo multidisciplinar de científicos prevé aumentar en los próximos meses los programas pilotos con "Stevie II", entre el que figura una prueba en un centro de cuidados de Cornwall (Reino Unido) vinculado al proyecto EPIC de la Unión Europea (UE).

A diferencia de su predecesor, "Stevie II" tiene mucha más movilidad y destreza, gracias al uso avanzado de tecnologías sensoriales que le permiten interactuar de manera más inteligente con las personas y el entorno.

Así, ha pasado de desarrollar tareas simples, como recordar a los pacientes los tiempos de tomas de medicamentos, a otras más sofisticadas y, de hecho, demandadas por los más mayores, como facilitarles acceso a ciertas tecnologías.

"Stevie II" tiene funciones de reconocimiento facial, lo que le permite dirigirse a las personas con las que interactúa directamente, así como comprender y responder a sus mensajes.

Para el jubilado Tony McCarthy, quien ha participado en este proyecto, la presencia del robot le ofrece "cierta sensación de seguridad".

"Tengo asma y me recuerda qué medicamentos debo tomar. Pero lo más importante es su capacidad para, por ejemplo, hacer directamente una llamada de teléfono a los servicios de emergencia si alguien está incapacitado", expone McCarthy, quien reside en un centro de Dublín.