Alicante, España. Las borrascas profundas o DANAS (depresión aislada a niveles altos), también conocidas como gota fría, a orillas del Mediterráneo se han convertido en el fenómeno meteorológico “más peligroso” de España, con efectos comparables a los huracanes tropicales, según el experto en climatología y expresidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) Jorge Olcina.

En declaraciones a EFE, Olcina explicó que las DANAS conllevan más cuantía e intensidad de precipitaciones que un huracán del Caribe o un tifón asiático, aunque también menos viento.

Para el expresidente de los geógrafos españoles, los valores recogidos en las últimas horas en la provincia de Valencia (en el este de España) en torno a los 500 litros por metros cuadrado en apenas seis horas, es “algo monumental” que se explica en la alta temperatura del Mediterráneo, porque “transfiere mucha energía a los sistemas nubosos y genera estas tormentas tan enérgicas que provoca que el agua caiga en tromba”.

Relacionadas

Mediterráneo caliente

El también responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) añadió que la temperatura del Mediterráneo a la altura del sureste peninsular “todavía” se sitúa en torno a los 23 y 24 grados centígrados (73.4 y 75.2 grados Fahrenheit), “cuando por encima de 20 (68 grados Fahrenheit) ya es peligroso”.

Se trataría del peor desastre natural en ese país en tiempos recientes.

“Esa temperatura aporta mucha caloría al aire y en el cielo genera estas nubes tan enérgicas” que propician estos episodios de lluvias cuando coinciden con una situación atmosférica de DANA.

Tras subrayar que se trata de otra “evidencia más” del proceso del cambio climático, el experto destacó que un dato relevante es que si hasta hace poco se repetía una situación así cada 15 años, ahora lo hace cada cinco, y recordó que el último episodio similar ocurrió en septiembre de 2019 con epicentro en el sur de la Comunitat Valenciana, en la comarca alicantina de la Vega Baja, donde ya hubo varias víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.

“Se han acortado los periodos de retorno debido al aumento del calor del mar Mediterráneo”, reiteró Olcina, para quien se sigue “un proceso desbocado” del cambio climático con emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) que, ha recalcado, en 2023 marcaron otro récord en el planeta.

Otra reflexión de Olcina fue que cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) da un aviso rojo y, consiguientemente, Protección Civil emite una alerta del mismo color, como ha dicho que ha ocurrido en la noche del lunes al martes en el caso de Valencia, “no se puede salir de casa”.

Más “educación para el riesgo”

“Ya lo vimos en la DANA de la Vega Baja de 2019 y ahora de nuevo pero la gente quiere seguir haciendo su vida habitual”, lamentó ante lo cual habría que hacer “una reflexión e incluso cambiar los colores para pasar a poner un aviso y alerta de color ‘negro’ para que se entienda que se pone en riesgo la vida”.

Propuso que se trabaje más en “educación para el riesgo” entre la población para incidir en que cuando se da un aviso rojo es porque hay un argumento científico detrás y las personas “se juegan mucho”.

En cuando al sistema de aviso de alerta a los teléfonos móviles particulares, un proyecto que se está implantando en toda Europa, Olcina señaló que en España se lleva un ritmo más lento que en otros países, algo que debería cambiar especialmente en las zonas de riesgo como las mediterráneas.

“Desde el lunes la población debería haber recibido un aviso en su móvil”, alertó.