Por primera vez un satélite desarrollado en Puerto Rico va para el espacio
El satélite se espera que esté en órbita aproximadamente dos años, hasta que la Tierra lo atraiga por gravedad y se desintegre.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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San Juan. En marzo de 2021, Puerto Rico marcará un capítulo en su historia aeroespacial cuando, por primera vez, un satélite desarrollado en la isla sea lanzado al espacio por la agencia estadounidense NASA para, entre otros objetivos, estudiar planetas en desarrollo.
El lanzamiento se producirá, salvo cambios de última hora, el 12 de marzo próximo desde el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), gracias a una colaboración entre la NASA y la compañía SpaceX.
¿Cuál es la misión del satélite?
La misión del satélite será estudiar la formación y origen de estrellas jóvenes y planetas en desarrollo, explicó este jueves a Efe Amílcar Rincón, director del proyecto y profesor de ingeniería mecánica del recinto en Bayamón de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
“Puerto Rico nunca había fabricado un satélite orbitando la Tierra. Este es el primero. Se han hecho experimentos, pero no orbitan”, detalló Rincón.
“Es histórico y un orgullo el poder saber que contamos con el material humano, técnico, y que somos una raza bien inteligente, demostrando lo que podemos hacer”, agregó.
¿Cómo se creó el satélite?
El PR-CuNaR2 es lo que se conoce como un nanosatélite por su tamaño. Es de cuatro pulgadas (10.16 centímetros) de ancho por 12 pulgadas (30.48 centímetros) de largo y no pesa más de seis libras (2.72 kilos).
Fue 2013 cuando se ideó el concepto del satélite en el laboratorio de diseño aeroespacial en el campus de Bayamón de la Universidad Interamericana.
Pero no fue hasta octubre de 2017, un mes después del devastador paso del huracán María, que Rincón sometió la propuesta del satélite a la NASA. Cinco meses más tarde, en marzo de 2018, la NASA aprobó la propuesta del PR-CuNaR2.
A partir de la aprobación, el equipo de Rincón y sus alumnos comenzaron a trabajar con la empresa Nanoracks, con sede en Houston (Texas), y con la NASA en la elaboración del satélite. Luego de esta etapa, se comenzó a trabajar en las pruebas de los materiales utilizados en la construcción del mismo.
Muchos permisos para poder lanzar el satélite
También se trabajó con pruebas de basura espacial, se sometieron los permisos y se efectuaron los reportes a la Comisión Federal de Comunicaciones para colocar el satélite en el espacio.
Además, se gestionaron permisos con la Administración Nacional de Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, ya que esta agencia es responsable de investigaciones en la atmósfera y en el espacio. Ante esta agencia federal hay que certificar que el uso de las cámaras en el espacio no está relacionado con actos de espionaje.
Una vez que se obtuvieron esos documentos, se procedió a defender el proyecto ante la compañía Nanoracks y NASA, el cual fue aprobado el 15 de junio pasado.
“Ahora estamos en la fase de integración para preparar los componentes. Es un proyecto bastante complejo”, admitió Rincón.
¿De qué se compone el satélite?
El nanosatélite estará cubierto de placas solares e incluirá pilas de litio solares “que soportan pruebas de vacío, alta radiación o algún cortocircuito”, aseveró Rincón.
Específicamente, el satélite irá en el interior de la cápsula Dragon, junto a otros nueve proyectos de universidades que son parte de la iniciativa CubeSat Launch, que provee para que instituciones académicas y sin fines de lucro lancen satélites como parte de sus investigaciones o demostraciones tecnológicas en el espacio.
El cohete de SpaceX se demorará nueve horas hasta llegar a la Estación Espacial Internacional (EEI). Al llegar, se ubicará en la órbita 56 grados, para que el satélite se pueda lanzar al espacio.
Esto permitirá al PR-CuNaR2 pasar sobre Puerto Rico, agregó Rincón.
El nanosatélite llevará en su interior unas micropartículas de acero inoxidable y silicio para emular un asteroide. Estas micropartículas estarán en movimiento mientras el satélite esté en el espacio.
Rincón explicó que, cuando las partículas estén en gravedad cero, empezarán a colisionar y se formarán cúmulos o aglomeraciones diferentes. Cuando el satélite esté sobre la isla, el profesor y sus estudiantes tendrán 10 a 15 minutos para documentar las colisiones.
Esos movimientos y colisiones de las micropartículas serán grabados y fotografiados como parte de la investigación científica.
Esta parte de la misión se realiza en colaboración con el Instituto Espacial de la Florida y el Departamento de Física de la Universidad de Florida Central.
“Como este proyecto es una colaboración con otra universidad, nos abre la puerta a este tipo de estudio. También nos enseña a entrar en el área de microgravedad, que en Puerto Rico no existe, y abre la puerta a esta nueva iniciativa y traer nuevas compañías a la isla”, afirmó Rincón.
El satélite será entregado a la empresa Nanoracks el 1 de diciembre en Texas, donde se realizarán pruebas de conexiones eléctricas, dimensiones, masa y funcionalidad.
El satélite se espera que esté en órbita aproximadamente dos años, hasta que la Tierra lo atraiga por gravedad y se desintegre.