Saúl Justin Newman, un investigador de la University College de Londres, ganó un premio Ig Nobel en la categoría de Demografía por su trabajo sobre la realidad de las personas que viven más de 100 años.

La gala de estos reconocimientos se realizó el 12 de septiembre en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Estos galardones son una parodia de los Premios Nobel y son otorgados a personas cuyas investigaciones hagan a la gente reír y luego, pensar.

Newman, quien ganó en la categoría de Demografía, sorprendió a los jurados con un artículo que desafió las ideas tradicionales sobre las personas centenarias.

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“Comencé a interesarme en este tema cuando desacredité un par de artículos en ‘Nature and Science’ sobre el envejecimiento extremo en la década de 2010. En general, las afirmaciones sobre cuánto tiempo viven las personas no coinciden”, dijo en una entrevista para The Conversation’.

El investigador contó que había localizado al 80 por ciento de las personas mayores de 110 años en el mundo y descubrió que casi ninguno tenía certificado de nacimiento.

“En Estados Unidos, hay más de 500 de estas personas; siete tienen certificado de nacimiento. Peor aún, solo alrededor del 10 por ciento tiene un certificado de defunción”, comentó.

Además, habló sobre las Zonas Azules y mencionó que Okinawa en Japón es una de estas.

“Hubo un estudio del gobierno japonés en 2010, que encontró que el 82 por ciento de las personas mayores de 100 años en Japón estaban muertas. El secreto para vivir hasta los 110 años era no registrar tu muerte”, concluyó.

Por lo tanto, Newman encontró que estas personas lograban llegar a los 100 años por fraude para recibir pensiones u hechos históricos que hayan podido borrar los registros de nacimiento.

Para finalizar, “The Conversation” le preguntó si creía que haber ganado el premio Ig Nobel podría ayudar a que su investigación fuera tomada en serio. Esta fue su respuesta: “Eso espero. Pero, incluso si no, al menos el público en general se reirá y pensará en ello, incluso si la comunidad científica todavía está un poco quisquillosa y a la defensiva. Si no reconocen sus errores durante mi vida, supongo que conseguiré que alguien finja que todavía estoy vivo hasta que eso cambie”.

La realidad sobre los centenarios

De acuerdo con el artículo de Newman, solo el 18 por ciento de los supercentenarios validados “exhaustivamente” tienen un certificado de nacimiento, cifra que cae al cero por ciento en Estados Unidos.

“Las fechas de nacimiento de los supercentenarios se concentran en días divisibles por cinco: un patrón indicativo de fraude y error generalizados”, escribió en su investigación.

El investigador también escribió que la “Zonas Azules” designadas de Cerdeña, Okinawa e Ikaria correspondían a regiones con bajos ingresos, baja alfabetización, alta tasa de criminalidad y corta esperanza de vida en relación con su promedio nacional.

“Como tal, la pobreza relativa y la corta esperanza de vida constituyen predictores inesperados del estatus de centenario y supercentenario y respaldan un papel primario del fraude y el error en la generación de registros notables de edad humana”, finalizó.