Los niños y las niñas son una chulería para muchas personas, posiblemente para la mayoría, pero, ¿de verdad sus padres y madres tienen que compartir todas sus “hazañas” y hasta los pormenores de su salud a través de las redes sociales?

Con una frecuencia que si no es diaria al menos es semanal, aparece el vídeo de un pequeñín que canta, baila o llora de una manera tan “especial” que sus padres entienden que merece ser compartido. Y lo comparten. Y se vuelve viral.

Según el C.S. Mott Children’s Hospital National Poll, el “sharenting” (término en inglés para referirse a compartir asuntos de la crianza) ya va por más de la mitad de las madres y una tercera parte de los padres. 

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Discutir en las redes sociales la salud de sus hijos e hijas y la manera en que los educan, al parecer, los hace sentir menos solos y solas.

“Cuando esos niños tengan edad suficiente para usar las redes sociales por sí mismos, muchos ya tendrán una identidad digital creada para ellos por sus padres”, indicó la directora asociada de la organización, Sarah J. Clark.

“Compartir las alegrías y los desafíos de la crianza y documentar públicamente la vida de los hijos e hijas se ha convertido en una norma social”.

Los tópicos más comunes que comparten en las redes son cómo lograr que los pequeños duerman, consejos de alimentación, disciplina, cuidado y educación prescolar y problemas de conducta. Casi el 70 por ciento de los padres encuestados dijo que usaba las redes sociales para obtener consejos de los más experimentados y 62 por ciento aseguró que eso los ayudaba a preocuparse menos.

Pero, al mismo tiempo, reconocieron los posibles peligros de colgar en las redes la información de sus hijos,  como que alguien comparta las fotos sin tener autorización. Les preocupa, además, que luego los menores se avergüencen de lo que compartieron de ellos.

“Los padres pueden compartir información que luego los niños encuentran embarazosa o demasiado personal, pero una vez esté ahí afuera, es difícil de retirar. El niño no tendrá mucho control sobre dónde termine o quién lo ve”, señaló Clark.

En historias recientes se ha hablado sobre “secuestro digital de niños”, que consiste en tomar fotos de menores en las redes y compartirlas como si fueran los hijos propios.

La recomendación es que los padres y madres sean cuidadosos con la privacidad de sus hijos e hijas y sean juiciosos a la hora de compartir historias y eventos sobre ellos.