Muestran “mascarilla dinámica” boricua que permitiría consumir alimentos
El proyecto en desarrollo del Centro de Innovación Biomédica del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR ya cuenta con patente.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Un grupo de científicos y alumnos de distintas unidades de la Universidad de Puerto Rico (UPR) revelaron hoy un invento que permitiría a sus usuarios de mascarillas desechables ingerir comidas o bebidas sin la necesidad de removerla o tocarla.
La “Mascarilla Facial Dinámica” consiste de un aparato que se inserta a un cubrebocas desechable y emplea la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) para permitir el acceso intermitente y proteger al usuario de exposición al aire.
Dicha innovación se dio a conocer durante una conferencia de prensa en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) donde celebraron que este recibió una patente de la Oficina de Patentes y Comercio de los Estados Unidos nueves meses después de haber sido sometido.
Por su parte, Yahveh Comas Torres, director de la Oficina de Propiedad Intelectual y de Transferencia de Tecnología de la UPR, señaló que el proyecto es significativo para el portafolio de las 109 patentes con las que cuenta la institución de educación superior.
“Aquí hay participación de estudiantes subgraduados para presentar invenciones que, a su vez, han adquirido la oportunidad de tener una patente que esta, a su vez, le provee una protección que evita o excluye a otros a poder hacer”, dijo el ingeniero. “Esto nos da una oportunidad, nos abre la ventana, para la comercialización de este producto, lo cual eventualmente puede generar ingresos para la UPR, y esto lo debemos tener todos consciente”.
“Pero más allá de ver el aspecto económico, es ver cómo los investigadores de la UPR desarrollan tecnología que es novel, que impacta el mundo, y esto no solo se debe medir por el impacto del dinero, sino por el impacto intelectual que aporta no solo a la comunidad puertorriqueña, sino al mundo”, añadió.
El producto contó con la participación Paola Rodríguez, estudiante de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez, Verónica Díaz y Abigail Toledo, ambas estudiantes de Biología con enfoque en el Cuerpo Humano de la UPR-Bayamón, y Jessiry Abreu de la UPR-Humacao, quien es ahora alumna en el Colegio de Farmacia de Mercer University en Atlanta, Georgia. Las cuatro jóvenes universitarias se lograron unir durante unos talleres que sostuvo el Centro de Innovación Biomédica (BIC, por sus siglas en inglés) del RCM en agosto de 2020.
“Yo creo que estos mensajes hablan por sí solos de cuáles son sus experiencias en la participación de estos proyectos, lo que ha significado para sus carreras profesionales, y de cómo ven el futuro luego de estas experiencias”, expresó la directora ejecutiva del BIC, Dra. Emma Fernández Repollet.
Según el director científico, Dr. Abe Schwartz, las alumnas trajeron a la mesa un proyecto grupal que logrará responder cómo las personas pudieran reunirse a almorzar de una manera segura y efectiva en medio de una pandemia como el COVID-19.
Tras esa reunión, Schwartz, quien y las alumnas sostuvieron reuniones virtuales con un experto de ingeniería electrónica que conocía en Washington, D.C., donde este le vio potencial para convertirse en un proyecto innovador.
“Tan pronto llegó ese momento, nos dijimos que lo haremos de verdad y formará parte de una experimentación sobre cómo llevar un concepto en desarrollo y ver cómo llega a las góndolas”, dijo el profesor honorario del recinto sobre el invento que tiene, hasta ahora, dos prototipos.
“Lo bueno de este invento es que tú puedes removerlo de una mascarilla desechable, higienizarlo, y volverlo a usar. Fue tan atractivo ese concepto que varios dueños de restaurantes están interesados en ver el desarrollo de este producto porque vieron cómo esto lograría atraer más gente a volver a sus establecimientos de manera segura”, añadió.
Por su parte, Paola indicó que el proyecto le ayudó a conocer destrezas como impresión tridimensional, trabajar con profesionales en el campo científico, y “generar confianza para futuras proyecciones en otros inventos que se desarrollen en el futuro de mi carrera”.
Mientras tanto, Verónica enfatizó que la invención ha sido “gratificante” dado que tiene la potencialidad de “reducir el riesgo contra el COVID-19 y ayudar a los demás, que es lo más importante para alguien que estudia una carrera en el campo de la salud”.
Por otro lado, Abigail indicó que la experiencia fue “enriquecedora” por la posibilidad de intercambiar un sinnúmero de ideas y propuestas.
“También citamos a los estudiantes subgraduados que busquen sobre estos programas que tiene la UPR, que son de mucha ayuda a su carrera”, añadió.
La “Mascarilla Dinámica” continuará en desarrollo con la asistencia del BIC y el especialista técnico, Ricardo Nieves. Por otra parte, la invención se encontrará en la fase de obtener una patente de comercialización.