La nueva videoconsola Xbox One debutará en 21 países a partir del mes de noviembre con un precio de 499 dólares y 499 euros en Europa, según anunció hoy Microsoft en un descafeinado evento celebrado en Los ngeles la víspera del inicio de la feria del videojuego E3.

La compañía estadounidense adelantó una quincena de juegos que estarán disponibles para su renovado dispositivo y confirmó su interés en seguir prolongando la vida de su ya exitosa Xbox 360, que no parece sucumbir ante la entrada en escena de la sucesora.

El vicepresidente de Marketing y Estrategia de la división de Entretenimiento de Microsoft, Yusuf Mehdi, se encargó de desvelar una modernizada Xbox 360 que fue sometida a un lavado de cara para asemejarse más al diseño de Xbox One.

"Es más pequeña, más rápida y silenciosa que nunca, y está disponible hoy", aseguró Mehdi, quien añadió que los juegos seguirán fluyendo a buen ritmo en esa consola.

Xbox 360 seguirá costando 199 dólares, por lo que por el momento no habrá incentivos en precio para animar a la adquisición del viejo dispositivo, que en menos de 6 meses convivirá ya con Xbox One, la gran apuesta de Microsoft para los años venideros.

La empresa venderá Xbox One en un paquete junto con un periférico Kinect que mejora sustancialmente, al menos en teoría, ya que Microsoft ignoró hoy completamente su famoso sensor para jugar sin mandos.

Durante la hora y media de presentación en el auditorio Galen Center de Los ngeles, Microsoft no enseñó ningún juego para Kinect con la nueva consola, que tampoco fue exhibida sobre el escenario para el habitual deleite de los asistentes, más de 5.000 en esta ocasión.

"Hoy todo va sobre juegos", comentó Don Mattrick, el presidente de la división de Entretenimiento de Microsoft, quien compareció brevemente al inicio para saludar y dejó el peso del evento sobre los hombros de Phil Spencer, cabeza visible de Microsoft Studios, marca de la casa que comercializa muchos juegos para Xbox.

La afirmación de Mattrick vino a describir lo que ocurrió a continuación.

Microsoft empezó a desempolvar videojuegos para Xbox One, uno detrás de otro, algunos con demostración, otros sin ella, algunos en exclusiva para su consola, otros no. Un catálogo visual que no terminó de plasmar cuál será el impacto que causará la nueva consola en el competido mercado.

Entre las novedades exclusivas para Xbox One destacó "Ryse: Son of Rome", un juego de acción de misiones romanas con interesantes funciones de combate cuerpo a cuerpo, y "Forza Motorsport 5", saga de carreras de coches que ahora aprende cómo conducen los usuarios y replica esas habilidades al volante para sustituir el estilo de manejo perfecto del ordenador.

Ambos juegos estarán disponibles para el lanzamiento de Xbox One en noviembre.

Entre los primeros títulos para la nueva consola estará en exclusiva el "thriller" "Quantum Break", "Below" y "Crimson Dragon", y también se venderá "Dead Rising 3", "Kinect Sports Rivals" (dijo Microsoft en un comunicado), el creativo "Project Spark" y en 2014 "Titanfall", juego de combate estilo "Halo", que también se refrescará el año que viene.

En la presentación de Microsoft no se pudo ver nada del ya anunciado "Call of Duty: Ghosts", o "FIFA 14", aunque sí de "Battlefield 4", otra gran franquicia que estará en Xbox One y cuya puesta de largo hoy estuvo a punto de arruinarse por un problema de sonido.

La aplicación SmartGlass, que sirve para conectar Xbox con dispositivos móviles, tomó forma de segunda pantalla para acceder a menús en algunos juegos y ver el progreso realizado y Microsoft mostró la integración de Twitch en Xbox One.

Con el servicio de Twitch, los jugadores podrán transmitir en vivo sus partidas y recibir comentarios del resto de usuarios de Xbox Live, plataforma en la nube donde las hasta ahora "monedas de Microsoft" pasarán a ser "dinero real" dijo el vicepresidente de Xbox Live, Marc Whitten