Un equipo científico ha logrado, a través de una técnica de edición epigenética, disminuir a la mitad la concentración del colesterol circulante en la sangre de ratones de laboratorio, sin alterar el ADN y durante al menos un año.

La edición epigenética es una técnica que persigue alterar la expresión de los genes (activarlos o reprimirlos) sin la necesidad de modificar la secuencia de ADN, como hacen las técnicas de edición genética.

El nuevo estudio, publicado en Nature y liderado por investigadores italianos, demuestra la represión duradera de un gen que interviene en el control de los niveles de colesterol, sin necesidad de editar permanentemente el genoma.

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Aunque se debe seguir investigando, los autores creen que su plataforma “podría sentar las bases para el desarrollo de este tipo de terapias”.

Alterar la expresión de genes implicados en enfermedades es prometedor para el tratamiento de enfermedades humanas. Los métodos de edición del genoma han tenido cierto éxito, pero se teme que romper el ADN para introducir cambios en la secuencia pueda dar lugar a mutaciones no deseadas o a una actividad inesperada fuera del objetivo, resume la revista.

La edición del epigenoma es una alternativa atractiva, pero el silenciamiento duradero de los genes objetivo ha sido difícil de conseguir.

Liderados por Angelo Lombardo, del Instituto San Raffaele Telethon de Terapia Génica, el equipo describe ahora un método para silenciar en ratones el gen Pcsk9, que produce la proteína Pcsk9 (esta promueve la degradación del receptor de las lipoproteínas de baja densidad, LDL, en sus siglas en inglés).

En ausencia de Pcsk9, aumenta la cantidad de receptor de LDL (que ya no es degradado) y, por consiguiente, es capaz de retirar de la sangre más LDL (o colesterol malo) circulante, lo cual provoca una disminución del colesterol en sangre.

Una sola administración de los modificadores epigenéticos consiguió silenciar de forma eficaz y duradera el gen Pcsk9 en ratones, reduciendo casi a la mitad los niveles circulantes de la proteína Pcsk9, durante un máximo de 330 días (cuando finalizó el experimento).

Los autores señalan que estos resultados son una prueba de concepto que justifica más investigaciones. Sugieren que, si se sigue evaluando, su plataforma puede sentar las bases para el desarrollo de terapias que utilicen el silenciamiento epigenético.

Se trata esta de una investigación preclínica, con modelos animales, que deberá proseguir con estudios en macacos y posteriores ensayos clínicos para validar y reproducir los resultados.

Para Marc Güell, coordinador del grupo de investigación en Biología Sintética Traslacional y profesor titular en la Universidad Pompeu Fabra, “se trata de un trabajo de fantástica calidad, realizado por un grupo que conozco bien y que es muy sólido y pionero en este campo de la edición epigenética”.

Este científico, que no participa en la investigación, ve muy interesante también el estudio a nivel conceptual. En este caso se desactiva de manera efectiva un gen sin cambiar ni una base del genoma.

“Es una modalidad de terapia avanzada muy nueva. Como siempre en estos casos habrá que seguir de cerca todos los tipos de toxicidad y eficacia a más largo término, pero el estudio da muy buenas sensaciones”, señala Güell en declaraciones recogidas por Science Media Centre, una plataforma de recursos científicos para periodistas.