“Lidero con el ejemplo”: Conoce a la joven química responsable de un laboratorio en fábrica de Yabucoa
Yolanda Rivas Cordero ha sobresalido en su liderazgo en Olein Recovery Corp.
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Yabucoa. A los 17 años, la yabucoeña Yolanda Rivas Cordero tuvo que tomar una decisión: educarse lo más rápido posible, pues iba a engendrar a su primogénito.
Para esto, se deshizo de su deseo de un día ser ingeniera y optó por cursar un grado asociado en química industrial, en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Humacao, (UPRH) con tal de adquirir un título universitario y, sucesivamente, un empleo para sostener a su bebé.
Completó su práctica en la fábrica Olein Recovery Corp., ubicada en el municipio que la vio crecer. Hoy día, en esa misma empresa y 16 años más tarde, se ha convertido en jefa del laboratorio y es responsable de la creación de todas las fórmulas de los productos de limpieza Sacató y Brava Lubricants, al igual que supervisa a unas 15 personas, incluyendo a cinco analistas de laboratorio cuyo grupo era únicamente de féminas hasta la reciente integración de un analista.
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En otras palabras, es Rivas Cordero la encargada de bombear “el corazón” de la empresa, ya que es en el laboratorio que se recibe toda la materia prima para la manufactura, desarrollo y análisis de los cientos de miles de productos que se envían diariamente al mercado local, así como a 52 países.
“Es una historia bien personal, porque fui mamá bien jovencita, a los 17 años. Así que, en ese momento, decido hacer una carrera corta. Pensaba que necesitaba hacer una carrera corta para poder sustentar a mi bebé en ese momento. Así que, a los 17 años, me hago mamá de mi primer niño y, entonces, hago el grado asociado buscando una profesión corta, pero cuando comienzo a trabajar aquí en Olein, me encuentro con la oportunidad, ellos me ofrecen la oportunidad de un ‘part-time’ a cambio de que yo continuara estudiando. Gracias a esa oportunidad y ese impulso que me dieron, continué estudiando y logré completar el bachillerato (en química)”, narró a Primera Hora la profesional de 36 años de edad.
Tras cuatro años trabajando a tiempo parcial como analista, fue parte de un equipo que ayudó certificar la empresa, “unas de las primeras cositas” que logró allí y, luego, se convirtió en gerente de tres departamentos: “blending”, calidad y laboratorio.
“Así, básicamente, fue que fui creciendo desde un ‘part time’, me ofrecieron un ‘full time’, luego me fueron dando oportunidades donde fui participando, y luego me llevaron a la gerencia”, narró la química licenciada.
“Me hicieron gerente. Yo me consideraba muy jovencita e inexperta. Eso (era) un reto súper importante”, continuó.
Trabajo sin freno
Varios estudios científicos, como “White men still hold majority of US science and engineering jobs” (“Los hombres blancos todavía ocupan la mayoría de los puestos de trabajo en ciencia e ingeniería en Estados Unidos”) de la doctora Hanna Loeb publicado en 2023 en la revista Nature, han sugerido que los hombres dominan la mayoría de los campos de la ciencia.
Rivas Cordero aseguró que su área de “expertise” no está exento a esta realidad. Aun así, esto nunca ha sido óbice para ella o sus colegas con el fin de mostrar su talento y pasión en la química. Tampoco ha amilanado su innovación en momentos de incertidumbre.
“En este tipo de industria, se ve más al hombre como dominante en este campo. Yo te puedo decir que, quizás, he tenido desafíos, que quizás hay personas que duden de que una mujer joven tenga esa capacidad, pero no ha sido un obstáculo para mí”, aseguró.
La científica sí recordó que las secuelas del huracán María, en el 2017, y las restricciones sociales y económicas que arrastró la pandemia del COVID-19 a partir del 2020, fueron de los mayores retos que enfrentó.
Con el embate del fenómeno atmosférico, cuya entrada en la Isla, precisamente, fue por Yabucoa, Rivas Cordero recontó vívidamente que “absolutamente todo” quedó desolado. Todo, “excepto el laboratorio”.
El tener el edificio intachable le permitió enrollarse las mangas y comenzar a trabajar de inmediato y, así, continuar supliendo a los clientes de Olein, evitando que la empresa decayera.
“Fue un reto, porque ¿cómo manufacturar con escasos recursos para poderle suplir a toda la Isla y que el producto fuera en calidad, que cumpliera con todos los estándares de calidad? Fue el momento que en Puerto Rico (se nos) reconoció”, narró la mujer, quien se crió en el barrio Jácanas.
Durante la pandemia, reinventó su laboratorio para, en lugar de producir detergentes y lubricantes de automóviles, desarrollar desinfectante de manos y productos de primera necesidad.
Mientras, describió su día a día como uno “dinámico”, por lo que busca crear un ambiente ameno para que “genuinamente” le gusten a quienes supervisa llegar a trabajar.
Desde intercambios en Navidad, hasta disfraces en Halloween, Rivas Cordero aseguró que intenta provocar “un buen ambiente de trabajo”, contrarrestando la monotonía y el estrés cotidiano, simultáneamente persiguiendo oportunidades de crecimiento.
Modelo a seguir
Actualmente, Rivas Cordero está casada, reside en Humacao y, además de su hijo -que ahora tiene 19 años-, es madre de una niña de ocho años. Aunque pequeña, la niña ya reconoce el gran ejemplo que es su madre y, desde ya, la emula, aseguró.
“Como uno hace una cosa, uno lo hace todo. Yo creo que es el ejemplo. Yo lidero con el ejemplo. Lo que yo quiero que ella haga yo se lo modelo y, literal, ya tú la vas viendo cómo ella va modelando a mamá en todo lo que (hace)”, dijo con orgullo.
En esa misma línea, alentó a las futuras científicas a que “se definan”, encuentren su propósito y, una vez identificada su pasión, se lancen a darle “con todo, sea en lo que sea, ya sea en este campo (u otro)”.
“Me enorgullece”
No solamente es Rivas Cordero quien se ha sobresalido en Olein. Y es que, aunque solo el 16.7% de las empleadas de la fábrica, o 50 de 300 trabajadores, son féminas, son ellas quienes han hecho el mayor impacto allí.
Según explicó Virgina González, la directora de mercadeo por más de una década, el 68% de los puestos gerenciales son ocupados por mujeres; es decir, de 19 puestos gerenciales, 13 las ocupan féminas.
“Todo ha sido orgánicamente. Todo ha pasado, porque se abre una oportunidad, se abre un puesto nuevo, entrevistamos internamente, entrevistamos de afuera (y han sobresalido las mujeres)”, comentó González.
De 50 empleados en la división de ventas, seis son mujeres. Tras ser evaluado por su ejecutoria por la alta gerencia en el 2024, el 55% de los premios se les otorgó a ellas. Incluso, Anita Fuentes, encargada de cuentas nacionales, fue nombrada la Vendedora del Año en el 2024.
Al igual que Fuentes, las mujeres cuyos nombres resuenan son la gerente Sara Puig y la distribuidora de cuentas claves Mariselly Díaz.
En el departamento de producción y laboratorio, está la directora de innovación y producción, Verónica González, mientras que en el departamento de administración se destaca la directora de recursos humanos, Karla Luna; la gerente de la cadena de suministros, Xamayra Lamb; la cofundadora de Olein Corp., Virginia Mirandés; la gerente de administración y fianzas, Dalia Morales; y la gerente de cuentas por cobrar, Annie Vélez.
En el departamento de mercado, además de González, brilla la gerente de redes sociales y eventos, Yamilka Pabellón; y la diseñadora gráfica y gerente de impresión, Linis Rivera.
“Me enorgullece esto de nosotros”, celebró González.