La pérdida de olfato, una afección que en múltiples casos se ve como una molestia menor, podría ser un indicador temprano de 139 condiciones médicas, reveló una reciente investigación publicada en la revista “Frontiers in Molecular Neuroscience”.

Esta relación se manifiesta en enfermedades tan diversas como el Alzheimer, Parkinson, síndrome de Tourette, problemas de memoria en personas mayores, COVID-19 prolongado, anorexia nerviosa, epilepsia, narcolepsia, esquizofrenia, psicosis, depresión posparto, tinnitus, dolores de cabeza y menopausia, entre otras.

Este es el vínculo entre el olfato y la salud

Los investigadores de la Universidad de California en Irvine, en colaboración con expertos de la Universidad de Oxford, señalan que la conexión entre la pérdida del olfato y estas afecciones médicas podría estar en la inflamación.

Relacionadas

“La inflamación puede ser un mecanismo clave que subyace a una relación causal entre el olfato y la memoria; los factores neuroanatómicos y ambientales también desempeñan un papel. Si bien la flecha causal podría ir en cualquier dirección, es posible que en algunas condiciones sea la pérdida olfativa la que aumente el riesgo de expresando los síntomas de estas condiciones”, expresaron los autores en el estudio.

Esta no solo afecta el sistema respiratorio, sino que puede tener un impacto en el cerebro, alterando la capacidad de recordar, comprender o procesar información.

Según los expertos, esta podría ser una razón por la cual los trastornos neurológicos y psicológicos comparten la pérdida del olfato como síntoma común.

Olfato y memoria: ¿es posible mejorar la salud cerebral?

Ante este hallazgo, el estudio sugiere que el enriquecimiento olfativo, una técnica que involucra la exposición a aromas agradables de manera intencionada, podría actuar como una medida preventiva.

“Si la pérdida olfativa aumenta el riesgo de desarrollar estas afecciones médicas o de tener síntomas de las mismas, entonces puede ser posible prevenir la aparición de los síntomas de estas afecciones. Los estudios muestran que el enriquecimiento olfativo mejora el rendimiento de la memoria en adultos sanos y hay aún mayores. Se encontraron mejoras en adultos con demencia. Estos beneficios pueden estar mediados por una reducción de la inflamación”, señalaron los investigadores.

Michael Leon, principal autor de la investigación y profesor de la Universidad de California en Irvine, aportó más detalles al respecto, indicando que su equipo ya había evidenciado anteriormente que el enriquecimiento olfativo mejora la memoria en adultos mayores hasta en un 226%.

“Ahora sabemos que los aromas agradables pueden disminuir la inflamación, lo que potencialmente apunta al mecanismo por el cual dichos aromas pueden mejorar la salud del cerebro”, concluyó el investigador en un comunicado.