Implantes cerebrales que ensayará Elon Musk recuerdan a la serie “Black Mirror”
La función del implante será la de “leer” la actividad cerebral para transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La compañía Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk, anunció recientemente que recibió la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) para hacer estudios en humanos de sus implantes cerebrales.
La empresa adelantó la luz verde de la FDA para los primeros estudios en humanos en su cuenta de Twitter.
“Representa un primer paso importante que algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”, escribió la compañía.
Lo anterior remite a los capítulos de la serie “Black Mirror”. Por ejemplo, en el tercer capítulo de la primera temporada, las personas tenían un implante detrás de su oído que se les colocaba al nacer. Éste les permitía grabar momentos para reproducirlos en el momento que desearan.
Mientras, en el segundo episodio de la cuarta temporada una empresa tecnológica con el nombre de “Arkangel” les permitía a los padres instalar un “chip” a sus hijos para rastrearlos y controlarlos.
Otro episodio que hace alusión a las nuevas tecnologías que planean desarrollarse en los seres humanos es en el tercero y último de la quinta temporada, donde una cantante de pop llamada “Ashley O” tiene una muñeca que es su clon.
¿En qué consisten los implantes cerebrales que planea desarrollar Elon Musk?
A principios de diciembre, Musk había asegurado que Neuralink estaba lista para realizar implantes cerebrales en seres humanos en un plazo de seis meses.
En ese entonces, el magnate señaló que la FDA había expresado preocupación por el posible sobrecalentamiento del implante (que incluye microcables en el tejido cerebral), pues podrían traducirse en la fuga de elementos químicos desde el implante hacia la masa cerebral.
La función del implante será la de “leer” la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas tras un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica, que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa.
Hasta ahora, los implantes cerebrales se han desarrollado en una sola dirección: desde el cerebro hacia el exterior (generalmente una computadora que procesa las señales), pero el proyecto de Neuralink aspira a poder trasladar información también en la otra dirección, hacia el cerebro.
Neuralink está desarrollando en paralelo dos tipos de implantes: uno para restaurar la visión, “incluso en aquellos que nunca la han tenido”, y otro para restablecer las funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños en la médula espinal.