Un reciente estudio realizado por la Universidad Estatal de Ohio ha arrojado luz sobre por qué algunas personas creen tener siempre la razón, incluso cuando carecen de toda la información necesaria. Este fenómeno se conoce como “la ilusión de la adecuación de la información” y explica cómo muchos toman decisiones confiados en que poseen todos los datos, cuando en realidad solo han recibido una parte de ellos.

Dirigido por el profesor Angus Fletcher, el estudio reclutó a casi 1,300 estadounidenses para un experimento en línea, en el que se les proporcionaba información parcial sobre un tema ficticio. A algunos participantes se les mostró solo un lado de la historia, mientras que otros recibieron ambos puntos de vista. Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que solo conocieron una parte de los hechos estaban más seguros de su decisión que quienes recibieron toda la información.

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El profesor explica que muchas personas tienden a aceptar rápidamente una narrativa incompleta si parece razonable, sin cuestionarse si hay más datos que podrían cambiar su perspectiva: “Cuando la información que recibimos se alinea, la mayoría de las personas la aceptan sin dudar, creyendo que tienen suficiente para tomar una decisión sólida”.

El estudio también encontró que, si bien las personas que solo conocieron una versión estaban firmes en su postura, una vez que se les presentó información adicional, muchos estaban dispuestos a reconsiderar su opinión. Sin embargo, Angus Fletcher advierte que este cambio de opinión no siempre es fácil de lograr, especialmente en temas ideológicos, donde las personas pueden rechazar la nueva información o adaptarla a sus creencias previas.

Este estudio resalta la importancia de buscar siempre una visión completa antes de tomar una decisión o formarse una opinión y pone de manifiesto cómo el acceso a información limitada puede reforzar la sensación de certeza, incluso si los datos no son suficientes.