Un sueño fuera de este mundo.

Joshua Castro y Roberto Rodríguez, dos estudiantes de Ingeniería Mecánica del Recinto Universitario de Mayagüez, han iniciado una aventura empresarial más allá de los confines de la tierra.

Se trata de la empresa Intarz Technologies LLC., la cual se especializará en el diseño y manufactura de hábitats para ser utilizados en el espacio. 

El proyecto, que aún se encuentra en su etapa preliminar, tiene como fin desarrollar estructuras autosustentables y toda la tecnología espacial necesaria para poder vivir en la luna o algún planeta.

“Hay muchas compañías espaciales que se quieren mudar a la luna, a Marte o a otros planetas y nosotros lo que queremos es crearle el hábitat donde estarían viviendo. Pero, lo queremos hacer a bajo costo, para que sea viable”, manifestó Castro, fundador de la compañía.

“A la misma vez, nuestra meta también es usar esta misma tecnología de sustentabilidad aquí en la Tierra, porque entendemos que nos debemos mover a otros planetas, pero también debemos preservar el planeta que ya vivimos”, agregó. 

La idea surgió hace apenas un año, luego de un viaje de Castro al Centro Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida. 

“Allí me di cuenta que sabía un montón de lo que estaba pasando en el espacio, pero en Puerto Rico no había nada concreto. Originalmente quise hacer una organización sin fines de lucro solo para crear conciencia de los avances que estaban ocurriendo en el espacio e incorporar a Puerto Rico en esos avances, pero durante el ‘brainstorming’ de lo que iba a hacer, decidí hacer una compañía”, dijo Castro, natural de Cupeyen Río Piedras, y de 20 años de edad.

El concepto es contar con estructuras espaciales donde los astronautas tengan todo para vivir en cualquier planeta y a la misma vez, ser autosustentables. 

“La idea es que el hábitat produzca su propia comida, agua, energía, oxígeno, que tenga un ambiente óptimo para vivir. Sabemos que en el espacio las condiciones son extremas, así que el ambiente que vivimos en la Tierra, tenemos que crearlo allá en el espacio”, contó Rodríguez, de 19 años y natural de Cabo Rojo.

Según explicó, la estructura espacial contaría con laboratorios, área para poder sembrar plantas comestibles, camarotes para dormitorios y un gimnasio para mantener activos los músculos en el espacio.

De igual forma, tendría un área de primeros auxilios y funcionaría con un sistema de soporte vital para reciclar agua, oxígeno y hasta los desechos fisiológicos

“Nos estaríamos especializando en auto sustentabilidad y eso implica reciclar todos los desperdicios y utilizarlos a nuestro favor”, enfatizó.

Rodríguez defendió la idea de auscultar posibilidades de desarrollar tecnología que permita al ser humano continuar su conquista del espacio.

“La luna, por ejemplo, está llena de recursos, como el agua que se encontró recientemente en los polos. Segundo, la luna se compone de muchos materiales, como cilicio, aluminio, magnesio, entre otros. Estos materiales pueden ser extraídos y procesados”, apuntó Rodríguez.

La pareja tuvo la oportunidad de presentar su idea en el International Space Development Conference en California, donde, según aseguraron, tuvo buena aceptación.

“Conocimos a muchas personas de la NASA y al dueño de Amazon, Jeff Bezos, que también tiene una compañía espacial, y muchas personas nos dieron feedback para hacerlo más viable”, destacó Castro.

Por el momento, el proyecto se encuentra en etapa de patentizar el diseño del hábitat y la creación del prototipo, antes de comenzar a probar su viabilidad. 

Mientras, la empresa ha conseguido un acuerdo colaborativo con más de 50 estudiantes del RUM que aportarán en el desarrollo de ideas. 

Ya poseen un local en el centro urbano de Mayagüez donde darán forma al proyecto.

“Estamos buscando inversionistas que se unan a nosotros para poder llevarlo a la NASA y ver si lo aprueban”, sentenció Castro.