Ensayan una innovadora terapia celular ya usada en cáncer para tratar lupus
La inmunoterapia CAR-T es un tratamiento basado en la utilización de las propias células del paciente para curar una enfermedad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Barcelona, España. El Hospital de Vall d’Hebron de Barcelona ha incluido el primer paciente en un ensayo clínico internacional que probará la seguridad y eficacia de aplicar en enfermos de lupus una terapia celular avanzada, conocida como CAR-T, que ya se aplica con éxito en algunos casos de cánceres de sangre.
El lupus es una enfermedad crónica, que afecta mayoritariamente a mujeres y que está causada por el ataque del propio sistema inmunitario: el cuerpo produce unos anticuerpos que dañan el organismo, con afectaciones diversas, como problemas en las articulaciones, en el riñón, en la piel o en el corazón.
Entre un 20 y un 30% de los casos no se puede controlar la enfermedad con la medicación convencional, orientada a regular el sistema inmunitario y rebajar la inflamación, y es en estos pacientes refrectarios en los que se podría aplicar el CAR-T como alternativa.
Probar la seguridad y eficacia de esta terapia innovadora es el objetivo de este primer ensayo internacional, en el que Vall d’Hebron ha incluido el primer paciente -que comenzará ya el proceso el próximo lunes- del total de 12 que participarán en las primeras fases del estudio.
Para crear este grupo de 12 pacientes de entre 18 y 65 años con lupus grave, está previsto que recluten casos de otro hospital español, el Gregorio Marañón de Madrid, y centros de Francia, Alemania, Australia y quizás, próximamente, también de Estados Unidos, explicó este jueves la responsable de la Unidad de Lupus en el grupo de Reumatología del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), Josefina Cortés.
Existe un precedente de éxito en Alemania, donde un hospital probó esta terapia CAR-T e informó a finales del año pasado de cinco casos con remisión de la enfermedad, pero no se hizo en formato de ensayo clínico, por lo que el que comienza ahora es el primero y, además, a nivel internacional, aseguró Cortés.
Una terapia personalizada
La inmunoterapia CAR-T (Chimeric Antigen Receptor T-Cell o receptor de antígeno quimérico de células T) es un tratamiento basado en la utilización de las propias células del paciente para curar la enfermedad, que ya se usa en cánceres de sangre, como leucemias o linfomas, siempre en casos de pacientes que no responden a los primeros tratamientos.
Consiste en extraer sangre al paciente, separar los linfocitos T (células clave en el sistema inmunitario) para hacer con ellos en laboratorio las modificaciones necesarias para que reconozcan y ataquen a las células cancerígenas, e inyectar de nuevo estas células en el paciente.
En el caso del lupus, esta modificación consistirá en preparar a los linfocitos T para que eliminen a los linfocitos B, responsables de la proliferación de los anticuerpos que causan el lupus, por lo que se espera que con este abordaje dejen de aparecer los brotes de la enfermedad, indicó por su parte el director del Programa CAR-T del Servicio de Hematología de Vall d’Hebron, Pere Barba.
Si bien las terapias CAR-T son “muy prometedoras”, como ya se ha comprobado en cánceres de la sangre, son procedimientos complejos que pueden tener efectos secundarios.
Antes de inyectar la nueva terapia, los pacientes deben recibir quimioterapia de baja intensidad para preparar al cuerpo para que acepte estas nuevas células modificadas.
Después de aplicar el tratamiento, el paciente debe estar ingresado entre 10 y 14 días para vigilar posibles efectos secundarios y, cuando recibe el alta, debe seguir dos semanas más residiendo a 30 minutos del hospital, por si apareciera alguna complicación, detalló Barba.
Así pues, en el caso de que este ensayo clínico dé los resultados esperados y acabe siendo aprobado como terapia para el lupus, los especialistas apuntan que, como ya ocurre con cánceres de sangre, sería sólo para tratar a aquellos pacientes a los que no se les puede controlar la enfermedad con el tratamiento convencional.
Aún se desconoce el origen del lupus, que tiene una incidencia de 210 enfermos por cada 100,000 habitantes, el 90% mujeres, y gran parte de ellas en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años.