El barrio donde vive puede influir en su memoria y en el riesgo de desarrollar demencia
Esto fue lo que reveló un estudio.

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Una reciente investigación realizada por la Universidad Rush, en Chicago, examinó la relación entre el lugar de residencia de las personas y su posibilidad de desarrollar demencia.
El análisis se enfocó en cómo variables asociadas al contexto del vecindario, como el nivel de ingresos, la educación, el empleo y la discapacidad, pueden estar asociadas con un mayor deterioro cognitivo.
Los investigadores recopilaron información de 6,781 adultos con una edad promedio de 72 años, residentes en cuatro sectores de Chicago.
Al comenzar el estudio, se realizaron evaluaciones de memoria y pensamiento, las cuales se repitieron cada tres años durante un periodo mínimo de seis años. En total, se observó la aparición de demencia en 2,534 personas, de las cuales el 66% eran afrodescendientes y el resto personas blancas.
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Relación entre nivel de desventaja y probabilidad de demencia
Para determinar el impacto del entorno, se agruparon las zonas censales de Estados Unidos en distintos niveles de desventaja, desde las áreas menos afectadas hasta las más desfavorecidas. En el grupo con menor desventaja, el 11% de los participantes desarrolló Alzheimer. Este porcentaje subió al 14% en el siguiente nivel, al 17% en el tercer grupo, y alcanzó el 22% en las zonas más desventajadas.
Tras tener en cuenta otros elementos como la edad, el sexo y el nivel educativo, los investigadores identificaron que quienes vivían en los sectores con más desventajas tenían más del doble de probabilidades de experimentar demencia en comparación con quienes habitaban en zonas con mejores condiciones.
“Nuestros hallazgos demuestran que la comunidad en la que se vive influye en el riesgo de desarrollar demencia”, señaló el doctor Pankaja Desai, autor principal del estudio. “La mayoría de los estudios sobre los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer se centran en el nivel individual, no en el comunitario. Por supuesto, intervenir a nivel comunitario es un desafío, pero priorizar a las comunidades desfavorecidas puede ser una forma eficaz de movilizar recursos para los adultos mayores y ofrecer vías para reducir el riesgo de demencia en la comunidad en general”.
Diferencias raciales y deterioro cognitivo acelerado
Al analizar los datos demográficos, los investigadores encontraron que una mayor proporción de personas negras residía en zonas con más desventajas, mientras que más personas blancas habitaban en áreas con menos desventajas. No obstante, tras ajustar los resultados según las condiciones del vecindario, no se detectaron diferencias significativas en el riesgo de Alzheimer entre ambos grupos raciales.
“Más participantes negros vivían en zonas con mayor desventaja, y más participantes blancos en zonas con menor desventaja. Una vez que consideramos los factores de desventaja del vecindario, ya no se observó una diferencia significativa entre las personas negras y blancas en cuanto al riesgo de desarrollar Alzheimer”, indicó Desai.
Además, el estudio evaluó el ritmo anual de reducción en los puntajes de las pruebas cognitivas. Se encontró que los individuos en zonas con mayor desventaja presentaban una disminución aproximadamente un 25 % más acelerada en comparación con los que vivían en vecindarios con menos desventajas.
Aunque el estudio, publicado en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología, no establece una relación causal directa, sí identifica una asociación entre las características del entorno y el riesgo de desarrollar demencia. No obstante, los autores señalaron una limitación: todos los participantes residían en comunidades de Chicago, lo cual podría restringir la aplicación de los resultados a otras regiones del país o del mundo.