El 2016 batió todos los récords de temperatura en el mar
En cada uno de los 16 años transcurridos desde 2001, la temperatura mundial ha sido al menos 0.4 grados superior a la media del período base.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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El año 2016 rompió todos los récords al alcanzarse una temperatura máxima mundial sin precedentes, un nivel excepcionalmente bajo de los hielos marinos y un aumento ininterrumpido del nivel del mar y del calor oceánico, informó hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Dos días antes de que se celebre el Día Meteorológico Mundial, la OMM publicó su Declaración anual sobre el estado del clima en el mundo en la que delinea cómo 2016 batió todos los récords.
El año 2016 fue el más cálido del que se tenga constancia: registró una temperatura 1,1 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, lo que representa un aumento de 0.06 centígrados por encima del récord anterior registrado en 2015.
En cada uno de los 16 años transcurridos desde 2001, la temperatura mundial ha sido al menos 0.4 grados superior a la media del período de base de (1961-1990).
Las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar en 2016 también fueron las más elevadas de las que se tenga constancia, exacerbadas por el fenómeno meteorológico de "El Niño".
El fenómeno afectó en el tercer y cuarto trimestre de 2015 y se prolongó durante el primer trimestre de 2016.
"La Niña" y "El Niño" son dos fenómenos meteorológicos resultado de las fases opuestas de interacción entre la atmósfera y el océano Pacífico (incremento o bajada de la temperatura del agua) y tienen efectos opuestos en el clima de diferentes lugares del mundo.
Mientras que "El Niño" se produce cuando hay un incremento de las temperaturas, lo que tiene diferentes efectos en cada región del mundo, "La Niña" contribuye a un descenso de dichas temperaturas.
El nivel del mar a escala mundial ha aumentado 20 centímetros desde el comienzo del siglo XX, debido principalmente a la expansión térmica de los océanos y el deshielo de los glaciares y los casquetes de hielo.
Precisamente, la congelación de otoño de 2016 fue excepcionalmente lenta e incluso la extensión de los hielos marinos se contrajo durante algunos días a mediados de noviembre.
El nivel máximo estacional, de 14.52 millones de kilómetros cuadrados el 24 de marzo, fue el más bajo de los registros satelitales del período comprendido entre 1979 y 2016.
Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron la marca simbólica de referencia de 400 partes por millón en 2015 (el último año para el cual se dispone de datos mundiales de la OMM) y no disminuirán por debajo de ese nivel durante varias generaciones futuras debido al carácter duradero del CO2.
La OMM destaca que hoy es posible probar claramente la existencia de vínculos entre el cambio climático provocado por el hombre y muchos casos de fenómenos extremos de efectos devastadores.
Entre los fenómenos extremos más importantes de 2016 cabe señalar las sequías graves que provocaron inseguridad alimentaria a millones de personas en las zonas meridional y oriental de África y América Central, y el huracán Matthew que afectó a Haití y que fue la primera tormenta de categoría 4 en tocar tierra desde 1963.
La OMM advierte de que las condiciones extremas no cesarán en 2017 dado que, al menos tres veces en este invierno boreal, en el Ártico se ha observado el equivalente polar de una ola de calor, y la presencia de intensas tormentas del Atlántico ha impulsado la entrada de aire cálido y húmedo.
Eso significa que en pleno invierno ártico y durante el período de recongelamiento de los hielos marinos, hubo días en los que se estuvo cerca del punto de fusión.
Los hielos marinos de la Antártida también han registrado un nivel bajo sin precedentes, en contraposición a la tendencia observada en los últimos años.