Estocolmo. Los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun ganaron el lunes el Nobel de Medicina por su descubrimiento del microARN, fragmentos diminutos de material genético que modifican cómo funcionan los genes a nivel celular y que podrían llevar a nuevos tratamientos contra el cáncer.

Sus hallazgos “están demostrando ser de importancia fundamental” en la comprensión del desarrollo y el funcionamiento de los organismos, explicó la Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska en su anuncio oficial.

El microARN ha abierto nuevas estrategias para los científicos a la hora de tratar enfermedades como el cáncer al ayudar a regular cómo funcionan los genes a nivel celular, indicó la doctora Claire Fletcher, profesora de oncología molecular en el Imperial College London.

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El microARN proporciona las instrucciones genéticas que indican a las células que produzcan nuevas proteínas, explicó Fletcher, y hay dos campos principales en los que puede resultar útil: en el desarrollo de fármacos que traten enfermedades y para servir como biomarcadores.

“El microARN modifica cómo funcionan los genes en la célula”, dijo Fletcher, una experta que no está relacionada con el premio Nobel.

“Si tomamos el ejemplo del cáncer, tendremos a un gen concreto trabajando de más, podría haber mutado y está trabajando en exceso”, dijo. “Podemos tomar un microARN que sabemos modifica la actividad de ese gen y podemos suministrar ese microARN concreto a las células cancerosas para que ese gen mutado deje de tener su efecto”.

Ambrose realizó la investigación que le valió el premio en la Universidad de Harvard. Actualmente es profesor de ciencias naturales en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Por su parte, Ruvkun hizo su investigación en el Hospital General de Massachusetts y en la Facultad de Medicina de Harvard, donde es profesor de genética, indicó Thomas Perlmann, secretario general del Comité del Nobel.

Perlmann dijo que había hablado con Ruvkun por teléfono poco antes del anuncio.

“Tardó mucho en llegar al teléfono y parecía muy cansado, pero en seguida estuvo bastante emocionado y feliz, cuando comprendió de qué iba todo”, dijo Perlmann.

El premio de medicina se ha entregado 114 veces a un total de 227 laureados. Apenas 13 mujeres han conseguido el reconocimiento, que incluye 11 millones de coronas suecas (un millón de dólares) en efectivo, obtenidas de un fondo dejado por el creador del certamen, el inventor sueco Alfred Nobel.

Los ganadores del año pasado fueron la húngaro-estadounidense Katalin Karikó y el estadounidense Drew Weissman, por descubrimientos que permitieron la creación de vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19, que fueron cruciales para frenar la pandemia.

El premio de Medicina da inicio a la temporada de los Nobel, que continúa el martes con el premio de Física, el miércoles con el de química y el de literatura el jueves. El Nobel de la Paz se anunciará el viernes y el de Economía el 14 de octubre.

Los laureados están invitados a recibir sus premios en ceremonias el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Nobel.

Hay pruebas clínicas en marcha para estudiar cómo podrían emplearse técnicas con microARN para ayudar a tratar el cáncer de piel, aunque todavía no hay ningún tratamiento farmacológico aprobado por los organismos reguladores, indicó Fletcher. Eso podría tomar entre cinco y 10 años, estimó.

El microARN ofrece otra forma de controlar el comportamiento de los genes para tratar y seguir el rastro a diferentes enfermedades, añadió.

“La mayoría de terapias que tenemos en este momento van dirigidas a las proteínas en las células”, dijo. “Si podemos intervenir al nivel del microARN, eso abre toda una nueva forma de desarrollar medicinas y controlar la actividad de los genes cuyos niveles pueden verse alterados en enfermedades”.