CINCINNATI, Ohio — Una tomografía realizada a restos momificados que forman parte de una muestra itinerante en exhibición en un museo de Ohio muestra que son los de una niña que vivió en Perú hace más de 500 años.

El Centro del Museo de Cincinnati difundió recientemente los resultados de un acuerdo de colaboración con el Centro Médico Hospital Infantil de la misma ciudad para ampliar el conocimiento sobre esos restos.

La momia forma parte de la muestra "Momias del mundo: La exhibición", que estará en el museo hasta el 26 de abril.

El cuerpo fue llevado en enero al hospital para hacerle una radiografía y una tomografía. El doctor Andrew Trout, radiólogo en el Hospital Infantil, dijo que las máquinas reprodujeron imágenes asombrosas de huesos y órganos "bellamente preservados".

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Heather Gill-Frerkin, directora de ciencia y educación de la muestra en el museo, y Trout calcularon que la niña tenía alrededor de 3 años de edad. El pueblo al que pertenecía posiblemente colocó el cadáver en un lugar donde los muertos eran inhumados, y el clima cálido y seco de Perú permitió que se momificara en forma natural.

La momia fue encontrada a mediados del siglo XX cerca de El Cima, a unos 40 kilómetros (25 millas) al este de la capital Lima, según el periódico The Cincinnati Enquirer. En 1978 una persona la donó al Museo del Hombre en San Diego.

Las imágenes de los huesos de la pequeña muestran que había una escasez estacional de alimentos, según Trout y Gill-Frerking. Indicaron que el cuerpo no mostraba señales de violencia ni de enfermedad crónica.

Las tomografías y las radiografías de los restos de la niña suponen una mejora importante con relación a los métodos anteriores utilizados para el estudio de momias, dijeron los expertos. Gill-Frerking señaló que hasta la década de 1970, el estudio de una momia implicaba destruirla porque se le retiraba lo que la cubría y se le efectuaba una autopsia.

Mediante una impresora en tercera dimensión se hicieron varias réplicas del cráneo y de todo el esqueleto efectuadas en resina. Las copias la acompañarán a fin de que los visitantes del museo vean los detalles más delicados del cuerpo.

"Cada vez que uno tiene una oportunidad de resolver un misterio de más de 500 años de antigüedad es realmente emocionante", declaró Dave Duszynski, vicepresidente del Centro del Museo de Cincinnati.

"Literalmente se echa un vistazo atrás en el tiempo hacia una persona que todavía tiene historias que contar", agregó.