Montevideo. Uruguay fue el primer país en regular el cannabis para todos sus usos y, aunque hay casi 50 empresas de cáñamo funcionando, hasta el mes pasado no habían exportado más que un kilo de manera experimental.

El actual presidente uruguayo —Luis Lacalle Pou, quien asumió en marzo pasado— ha permitido la exportación y se espera que el total de flores que viajen a otros países este año ascienda hasta 60 toneladas, según el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

¿Qué es exactamente el cáñamo y cómo se diferencia de la marihuana? Aquí un vistazo.

Los matices del cannabis

El tetrahidrocannabinol (THC) es uno de los casi cien principios activos conocidos de la planta de cannabis. Su psicoactividad es responsable del efecto de esta variedad vegetal controlada en todo el mundo por sus características embriagantes.

A las variedades de cannabis muy bajas en THC se les conoce como cáñamo. Lo que popularmente se conoce como “marihuana” no es más que un híbrido con mayor concentración de THC.

¿Qué es el CBD?

Otra de las sustancias derivadas de la planta de cannabis es el cannabidiol (CBD), que no es psicoactivo. Existen variedades de cannabis altas en CBD y muy bajas en THC.

¿Bajo qué escenario es legal comercializar planta de cannabis?

En Suiza la comercialización, industrialización y venta al público de cannabis con menos de uno por ciento de THC es perfectamente legal.

“A diferencia del THC, el CBD no está sujeto a la Ley de Narcóticos porque no tiene un efecto psicoactivo comparable”, señala la agencia estatal de salud suiza SwissMedic.

Este país europeo habilitó en 2017 productos con CBD como aceites para alimentación, cosmética e incluso de uso médico. Y también como extracto líquido para cigarrillos electrónicos o incluso como hierba seca para fumar.

Tanto en Internet como en tiendas de conveniencia las flores de CBD son adquiridas por cualquier persona mayor de 18 años para fumar. Frecuentemente se usan como sustituto del tabaco. Incluso su embalaje es idéntico al del tabaco aunque cuesta dos veces más. Un paquete de 10 gramos puede valer 30 dólares y una cuarta parte del valor son impuestos.

Muchas empresas —como algunas uruguayas que ya están exportando— se especializan en cosechar flores bajas en THC y altas en CBD, muy requeridas en Estados Unidos, Austria, Canadá, Israel, España, Suiza y Reino Unido, entre otros países. Al ser variedades no psicoactivas pueden cruzar las fronteras del mundo legalmente en los países que autorizan su consumo o industrialización.