Desde que se descubrió el coronavirus SARS-CoV-2 en China, el virus que produce la enfermedad del COVID-19, muchos términos se han incorporado en nuestro diario vivir.

Recientemente, con la aparición de las variantes de este virus en países como Reino Unido, Brasil y Sudáfrica se han añadido tres nuevos vocablos a nuestro lenguaje pandémico. Ahora, tenemos: mutación, variante y cepa. Y no, no son lo mismo.

Lo primero es que los virus no son seres vivos. Son agentes infecciosos que necesitan de organismos vivos, como las células, para poder replicarse. Los virus son información genética que, una vez entran en la célula, les dan instrucciones de cómo comportarse para poder hacer copias de ellos mismos.

Mutaciones

Sin embargo, los virus no siempre se comportan igual. En ese proceso de replicación pueden ocurrir pequeños cambios genéticos. A eso se le llama mutaciones: “errores” en la secuencia de ADN o ARN, explicó el epidemiólogo José Rodríguez.

El doctor detalló que estos “errores” ocurren, usualmente, cuando las células no logran replicarse adecuadamente o sufren alteraciones en su secuencia de ADN o ARN. “También, puede ocurrir por exposición a la radiación”, dijo.

Sin embargo, puntualizó que no todas las mutaciones sobreviven en el tiempo. Algunas producen desventajas para el virus, que les hacen difícil sobrevivir. Mientras, otras le favorecen y prevalecen.

“Si esos errores son tan crasos o serios pueden ser incompatibles con la vida. No todas las mutaciones son buenas; [algunas] pueden causar complicaciones que pueden dirigirlos a tener problemas serios. Si el cambio es adaptativo, se hace más potente; si no, se hace más débil”, detalló.

Según ha explicado la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mutaciones en los virus son normales y ocurren frecuentemente. Este coronavirus ha estado mutando desde que se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan.

Variantes

Entonces, cuando el virus presenta una o más mutaciones que lo diferencian del tipo predominante que circula entre la población general se le conoce como variante. Este es el caso ocurrido en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.

“Se da mediante recombinación genética: todo ser viviente tiene posibilidad de replicar su ADN, material genético básico. Una hebra o pedazo de ADN se corta y luego se une a material genético de diferente estructura. La variante incluye las mutaciones”, expuso.

Cepas

Ahora, si esas variantes sufren los suficientes cambios en su composición genética, los científicos podrían identificarlos como nuevas especies de coronavirus: cepas.

“Las cepas comparten unas mismas características”, apuntó Rodríguez.

Precisamente, eso fue lo que ocurrió con el coronavirus SARS-CoV-2, una nueva cepa en la familia de coronavirus. Anteriormente, en 2003, se detectó en Asia el coronavirus SARS-CoV, que produce el síndrome respiratorio agudo grave.

Asimismo, otra cepa de los coronavirus es el MERS-CoV, que produce el síndrome respiratorio de Oriente Medio, que fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012.

Hasta ahora, no existe una nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2.

¿Cuáles son las variantes identificadas?

Se han documentado diversas variantes del virus que causa el COVID-19 en varios países de todo el mundo y que comenzaron a emerger en otoño pasado, informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

B.1.1.7: Esta variante fue identificada por primera vez en Reino Unido e incorpora “una gran cantidad de mutaciones. Esta variante se propaga con mayor facilidad y rapidez que las otras variantes”, destaca la agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos en su página web.

Esta variante se ha registrado en más de 70 países y aumenta la tasa de transmisibilidad en un 50%.

En enero, los científicos ingleses informaron tener evidencia preliminar que sugiere que la variante podría estar asociada a un mayor riesgo de muerte en comparación con las otras variantes, pero indicaron que era necesario que continuaran las investigaciones para confirmar los hallazgos.

Tabla con características de las tres variantes del coronavirus SARS-CoV-2 hasta el momento.
Tabla con características de las tres variantes del coronavirus SARS-CoV-2 hasta el momento. (CDC)

B.1.35: Esta variante emergió en octubre pasado en Sudáfrica y ya se ha detectado en unos cuatro países. “Según un artículo preimpreso no revisado por pares, esta variante comparte algunas mutaciones con la B.1.1.7”, señalan los CDC.

De acuerdo a la agencia federal, investigaciones iniciales sugieren que la vacuna de Moderna podría ser menos efectiva contra esta variante, pero recomiendan seguir realizando estudios.

P.1: Esta variante fue detectada por primera vez en enero pasado en viajeros provenientes de Brasil que llegaron a Japón.

“La variante P.1 presenta 17 mutaciones únicas, entre ellas tres en el dominio de unión a receptor de la proteína Spike (K417T, E484K y N501Y)”, exponen los CDC.

“Existe evidencia para sugerir que algunas de las mutaciones de la variante P.1 podrían afectar la capacidad de los anticuerpos (generados por la infección natural o por la vacunación) de reconocer y neutralizar el virus, pero es necesario realizar estudios adicionales”, añade la agencia federal.

“Esto va a ser como la influenza”

Para el doctor Rodríguez, el SARS-CoV-2 se convertirá en “endémico”. Además, pronostica que tendremos varias variantes del virus al mismo tiempo y que necesitaremos “múltiples vacunas para protegernos”.

“Pienso que esto va a ser como la influenza, que todos los años va a haber una”, opinó.