La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó el asteroide 2024 YR4como potencialmente peligroso al tener un 1.5 % de probabilidades de impacto con la Tierra en 2032.

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), España, es uno de los centros de investigación internacionales que está realizando seguimiento activo de este asteroide.

El asteroide fue descubierto en diciembre de 2024 y tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros, señaló este miércoles el IAC en un comunicado.

Ante estos datos, la ONU activó los protocolos de defensa planetaria para precisar mejor la órbita, el tamaño y la amenaza que supone 2024 YR4.

Los protocolos de la ONU se activan precisamente cuando la probabilidad de impacto es superior a un 1% y para ello se recurre a la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IqAWN), presidida por la NASA; y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), dirigido por la ESA.

El IAC es uno de los referentes en este ámbito a través de su grupo de Sistema Solar, liderado por los investigadores Julia de León y Javier Licandro.

Al respecto, señala el IAC que participa aportando datos y, además, Julia de León actúa como punto de contacto de la ESA en España para los NEOs (Near-Earth Objects, es decir objetos cercanos a la Tierra) y para Defensa Planetaria, que son las técnicas de observación y acción destinadas a prevenir impactos de estos objetos en nuestro planeta.

EI IAC lleva varias semanas siguiendo al asteroide 2024 YR4 desde sus observatorios, lo que ha permitido obtener medidas muy precisas de su posición y mejorar la determinación de su órbita.

Además, a pesar de lo débil que es el objeto, Julia de León ha proporcionado información sobre su composición gracias a la obtención de espectros obtenidos con el Gran Telescopio Canarias (GTC), el más grande del mundo.

Asimismo Javier Licandro explica que “es importante saber bien qué tipo de asteroide es, en cuanto a su composición, para tener la mayor precisión en cuanto a su tamaño”.

También recuerda que este es el segundo caso en el que al observar un objeto y calcular su órbita se determina que puede tener una probabilidad mayor que un 1% de impactar en un futuro próximo.

El primero fue Apophis

“El primero fue Apophis, que fue descubierto en 2004 y que, en unas primeras observaciones se determinó que la posibilidad de impacto era superior al 1% pero, tras el seguimiento, se estudió con mayor precisión la órbita y se pudo determinar que pasará muy cerca de la Tierra en 2029 pero que no impactará. Apophis mide aproximadamente 375 kilómetros”, comenta Licandro.

Añade el investigador que en este caso, el tamaño es más pequeño pero al estar por encima de un 1%, ya se entra en un protocolo de seguimiento que se ha establecido para estudiarlo todo lo posible.

Julia de León detalla que con su programa de observación en GTC ha podido determinar que el objeto es una roca formada por silicatos y algo de metal.

“Sabiendo la composición, podemos inferir el albedo (la cantidad de luz que refleja su superficie), y con la medida de albedo estimamos su tamaño”, indica De León.

El IAC sigue haciendo seguimiento de este objeto y está en contacto con el resto de organismos internacionales para contribuir a una mejor determinación de su tamaño, órbita y posibilidad de impacto.

2024 YR4 fue descubierto por uno de los telescopios de la red ATLAS, dedicada a la detección de asteroides en trayectoria de impacto con la Tierra de la que el IAC forma parte.

La quinta unidad ATLAS (ATLAS-Teide) acaba de ser instalada en el Observatorio del Teide (Canarias, España) y pronto comenzará su operación científica, lo que coloca estos observatorios en la vanguardia de los programas de Defensa Planetaria.