Centro de Manatíes de Puerto Rico, referencia del Caribe y América Latina
Desde hace dos años acoge también a tortugas y aves marinas heridas o con problemas físicos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico se ha convertido en toda una referencia, no sólo para el Caribe sino para toda América Latina para la recuperación de dichos mamíferos y de tortugas.
El director del centro, Antonio Mignucci, señaló hoy viernes a Efe que desde su puesta en marcha hace más de una década (2009) se trata de ayudar a la recuperación y asesorar a los países del Caribe y Latinoamérica en la lucha por la conservación de esta especie en peligro de extinción por la amenaza del hombre y de la que en Puerto Rico sólo quedan entre 500 y 700 ejemplares.
Mignucci explicó que desde hace aproximadamente dos años, el centro también acoge a tortugas y aves marinas, con las que se trata de repetir la labor de recuperación de ejemplares heridos o con problemas físicos que se realiza con manatíes.
“Somos el único centro de toda la región caribeña que cuenta con una clínica veterinaria marina”, indicó Mignucci, catedrático de Ciencias Marinas en Universidad Interamericana, en el campus de Bayamón.
El Centro de Conservación de Manatíes, que está formado y cuenta con el apoyo financiero de la Red Caribeña de Varamientos y la Universidad Interamericana de Puerto Rico, dispone de programas de rescate y respuesta a animales varados, rehabilitación y cuidado veterinario, además de investigación de población.
Entre 500 y 700 ejemplares
“El manatí está en peligro en Puerto Rico, donde quedan entre 500 y 700 ejemplares, cuando se necesitan cerca de 3,000 para que la especie salga del peligro de extinción”, dijo Mignucci.
Para llevar a cabo esta labor, el centro, que cuenta con una plantilla de cuatro veterinarios, diez técnicos y cerca de 60 voluntarios, necesita destinar anualmente medio millón de dólares al proyecto, lo que hace necesario recurrir a patrocinadores.
Una de las partidas más importantes del centro es la que se destina a la comida de los animales.
Actualmente el centro alberga a cuatro manatíes, tres cachorros y un adulto.
Un caso muy particular es el de las crías, ya que si pierden a su madre -de la que no se separan en sus primeros 3 años de vida- quedan sin posibilidad de sobrevivir si no es gracias a la ayuda de los profesionales entro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico.
Manatíes rescatados
Mignucci explicó que anualmente se rescatan entre uno y tres manatíes, un número que puede parecer reducido, aunque el dar tratamiento a muchos ejemplares sería prácticamente imposible si se tiene en cuenta que el presupuesto por ejemplar y año es de $100,000.
El catedrático indicó que la mayoría de los casos que llegan al centro son de animales que presentan problemas físicos derivados de su interrelación con el hombre.
El caso más típico es el de manatíes con daños causados por hélices de embarcaciones.
Mignucci detalló que los casos de manatíes heridos en Puerto Rico más clásicos son los provocados por embarcaciones, no así en otros países de América Latina, donde todavía son cazados debido a lo apreciado de su carne.
La responsable de la clínica marina del centro es la veterinaria colombiana Lesly Cabrias, que además de atender a los ejemplares que llegan a Puerto Rico trabaja en asesoramiento en casos de problemas de manatíes en países de la región, incluido su propio país.
Puente con Latinoamérica
“Somos un puente para Latinoamérica”, destacó Mignucci, que dijo que el centro dispone además de una unidad de cuidados intensivos para estos animales.
Las crías de manatíes que actualmente viven en el centro son las bautizadas como Loíza, Bajarí y Taicaraya, a las que hay que sumar el adulto Guacara, que lleva en el centro desde 2010.
Los animales, tras ser tratados, son devueltos al mar con sistemas de seguimiento que permiten conocer en qué punto geográfico se encuentran.
Estos mamíferos, que cada pocos minuto suben a la superficie para respirar, no se suelen alejar más de 5 kilómetros de la costa.
El centro empezó hace dos años aproximadamente con un programa parecido para tortugas y aves marinas.
Actualmente, el centro acoge a tres tortugas, entre las que destacan un ejemplar de la especie Caretta caretta con el caparazón dañado por una embarcación y que responde al nombre de Anky y una carey ciega.
Además hay tres aves marinas, entre ellas dos pelícanos, uno con artritis en una pata y otra con un ala dislocada.
El proyecto que hoy es una referencia regional en el Caribe tiene su origen en 1991, cuando Mignucci terminaba sus prácticas en La Parguera, en Lajas, donde recibió al manatí herido Moisés, que fue tratado y rehabilitado.
El cantante Tony Croatto le dedicó una canción a este manatí, un hecho que dio popularidad a estos mamíferos en peligro.
Tras años de trabajo, Mignucci puso en marcha en 2009 el Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico, que hoy es referencia mundial.
El manatí es un mamífero marino que habita las costas y en las desembocaduras de los ríos, que de adulto puede llegar a medir un poco más de 3 metros (11 pies) de largo y pesar cerca de 500 kilogramos (1,100 libras).