Boricua pa’ Marte, ¡sin regreso!
El proyecto privado busca ser el primero en llevar personas al planeta rojo para establecer una colonia humana, porque no es viable un viaje ida y vuelta.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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A la verdad que estamos dondequiera.
Ya no nos conformamos con ser “boricua en la Luna”, ahora miramos más allá y queremos serlo... ¡hasta en Marte!
¡¿Cóoomo?!
Así mismo. Un joven puertorriqueño de 21 años sueña con llegar hasta el planeta rojo, que queda a nada más ni nada menos que 225 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, en promedio.
Se trata de Jan Carlos Picot Luna, natural de Patillas pero residente en Long Island, Nueva York, quien se ofreció como voluntario para el proyecto Mars-One que busca establecer una colonia humana en el planeta rojo a partir del año 2023.
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Jan Carlos es el único identificado como isleño entre los alrededor de 100,000 voluntarios de 120 países que solicitaron ser parte de la misión.
Parecería una experiencia extraordinaria que a cualquiera le pudiera interesar, pero hay un detalle que desalienta hasta al más atrevido: es un viaje sin regreso.
Jan Carlos, no obstante, ya analizó ese inconveniente y siguió adelante con su inscripción en la compañía, que se identifica como una sin fines de lucro aunque está asociada a otra que sí busca lucro, llamada Interplanetary Media Group y que adquirió los derechos para la transmisión de toda la misión.
Para el joven, viajar a Marte sería la realización de un sueño de infancia y así lo hizo constar en entrevista con este diario vía telefónica.
“Cuando era chiquito yo miraba el cielo mucho, pero no sabía lo que estaba pasando. Las estrella en el cielo..., pensaban que eran puntos, no sabía qué era eso. Cuando me mudé para acá (Nueva York) en diciembre del 1999, tenía televisor. Descubrí un canal que se llama Discovery Channel, que me explicaban las cosas que había en el cielo, y eso como que me prendió eso en la mente”, narró sobre su gusto por la astronomía, el que no compartió con nadie porque “no sabía explicarlo”.
Cuando en abril de este año comenzó la convocatoria para el proyecto Mars-One, primero dudó que fuera cierto, pero hace tres meses volvió a escuchar de éste y fue cuando llenó la solicitud, la cual tenía un costo de $38.
Llenó el formulario, que contenía preguntas psicológicas y grabó un vídeo explicando por qué era la persona adecuada para la misión de colonizar el cuarto planeta del sistema solar. Luego les dijo a sus amigos y familiares.
“Mis amigos me toman más en serio que mis padres, porque ellos (los padres) se creen que es un juego, que no es verdadero, porque es algo difícil de creer. Ellos se ríen y me dice relajando: ‘Ay, Dio’ mío, mi hijo se va’. Ellos no lo toman en serio”, dijo.
¿Tienes presente que esto es un viaje sin regreso?
Sí, cada día ellos me mandan e-mails para darme updates de la misión. Yo hago un poco de research de las cosas que pueden ir mal en Marte... Ellos están buscando formas de hacer la misión lo más segura posible.
Pero, ¿te gusta estar solo?
No voy a decir que tengo muchas amistades, pero simplemente a mi me gusta estar solo. Si encuentro gente que le gusta lo mismo que a mí, me gusta estar con ellos. Yo todavía hablo con mi ex novia; es mi mejor amiga, y hablo con la familia de ella y con más nadie.
En Marte no vas a tener con quién hablar.
No. No voy a tener muchas personas con quien hablar. Es que yo no hablo mucho y las cosas que me interesan a mí, no le interesan a más nadie.
¿Estás preparado físicamente para esto?
Soy flaco y atlético.
¿Qué pasaría si pasas a la segunda etapa de selección?
Pues, si me dan una llamada así, me quedo en silencio pensando qué voy a decirle a mi familia. Eventualmente, les diré qué va a pasar, porque es algo con lo que siempre he soñado. Yo siempre había soñado con ir a la Luna, pero si voy al planeta Marte es otro paso hacia adelante, porque nunca se ha hecho. Mi familia confía mucho en mí.
¿Y si tu familia te dice que no vayas?
Ellos van a tener que entender que es como si fuera una decisión de ellos; (si es) su sueño, yo no los voy a parar. Yo sé que ellos me van a entender y aunque me digan que no, es algo que voy a hacer.
¿Le temes a algo?
El miedo que tengo es de no saber, pero eso aplica a muchas cosas.
En septiembre, la compañía con base en Holanda ofrecerá una conferencia de prensa para anunciar los próximos pasos en la selección de los 40 astronautas que entrenarán por siete años para que, a partir del año 2023, comiencen a llegar en pequeños grupos a Marte.
“Si a mí me escogen en septiembre voy a saber que voy a hacer algo en 10 años. Voy a tener que tomar una decisión bien dura. Voy a cambiar mi vida completa”, sentenció.
Según la página web del proyecto, esta misión será sufragada con donaciones, las inscripciones, la venta de mercancía promocional, auspiciadores y el costo de licencias por la trasmisión por televisión de la misión.
Para el profesor Abel Méndez, fundador del laboratorio de habitabilidad planetaria en la Universidad de Puerto Rico, en Arecibo, Marte no es un planeta habitable porque “no tiene una atmósfera con la cantidad suficiente de gases necesarios para la vida: oxígeno, bióxido de carbono, y nitrógeno”.
“Hace cuatro billones de años Marte tenía estas condiciones y el agua corría por su superficie, pero rápidamente perdió la mayoría de su atmósfera. Se especula que algún evento cataclísmico pudo haber causado esto”, aseguró el profesor de física.
“Lo que más me preocupa de una colonia en Marte es la posibilidad de contaminar el planeta con formas de vida terrestres”, dijo sobre el proyecto Mars-One.
“Hay que ser muy cauteloso con la exploración y colonización de Marte”, añadió Méndez, quien mencionó la posibilidad de que debajo de la superficie del planeta fluyan ríos de agua con algún tipo de vida.