El pasado 5 de junio, los astronautas de la Nasa Barry “Butch” Wilmore y Sunita Williams arribaron a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de la nave Boeing CST-100 Starliner. Su regreso a la Tierra estaba programado para el 13 de junio, pero una serie de inconvenientes técnicos relacionados con el sistema de propulsión y varias fugas de helio han retrasado su vuelta durante casi tres meses.

A pesar de este retraso, la Nasa ha dejado claro que los astronautas no están atrapados en la ISS. Si surgiera una emergencia, como problemas de salud o una amenaza inesperada, como lo fue la desintegración del satélite ruso Resurs-P1, ellos podrían evacuar utilizando la nave rusa Soyuz o la Crew Dragon de SpaceX.

Mientras tanto, la Starliner, que permanece acoplada a la ISS, ha mostrado comportamientos inusuales. El pasado sábado, Wilmore reportó a la estación de control en el Centro Espacial Johnson de Houston que estaba escuchando un sonido extraño proveniente de los altavoces de la nave. “Hay un ruido raro que proviene del altavoz de la Starliner...no tengo idea de qué lo está causando”, comunicó por radio.

Para ayudar a identificar el origen del sonido, Wilmore acercó su micrófono al altavoz para que los controladores en Houston pudieran analizarlo. Describió el ruido como un sonido pulsante, similar al de un sonar. Un meteorólogo en Michigan, Rob Dale, capturó el audio durante la transmisión, pero hasta ahora no se ha identificado la causa exacta.

Aunque el incidente ha despertado curiosidad, Wilmore no parece estar alarmado por el ruido. Situaciones similares han ocurrido antes, como en 2003, cuando el astronauta chino Yang Liwei experimentó ruidos extraños en su nave, que finalmente se atribuyeron a una deformación que alteró la presión entre las paredes de la nave, sin que ello implicara un peligro para la misión.

Si todo marcha como está previsto, la Starliner regresará a la Tierra el viernes 6 de septiembre, aunque sin tripulantes a bordo. En cuanto a Wilmore y Williams, deberán esperar hasta febrero para regresar a casa, esta vez a bordo de la Crew Dragon de SpaceX, que se encargará de traerlos de vuelta sanos y salvos.