Apps de citas: su historia y cómo la inteligencia artificial elige a las personas que nos gustan
Empresas compiten para que usuarios permanezcan más tiempo en sus páginas y en el futuro las interacciones buscarán ser más reales e inmediatas, pero también existen riesgos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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En pleno siglo XXI, ya inmersos en las redes sociales, el metaverso y la inteligencia artificial, el mundo parece ser muy distinto a lo que era hace unas décadas, incluso para conocer a una persona, gracias a herramientas como las aplicaciones de citas. Tinder, Meetic, Badoo, Happn y Bumble son algunos nombres que se han hecho populares. Son apps que no superan los 20 años de existencia, aunque con un pasado muy antiguo.
Varios siglos atrás la literatura nos dio al personaje de la Celestina, que por lo general se dedicaba a concertar una relación amorosa. Por otro lado, en la historia japonesa figura el Omiai, un método tradicional para pactar citas a través de un tercero, e incluso se llegó a usar un álbum de fotografía para elegir a la pareja. Todos estos ejemplos son muy similares a las aplicaciones de hoy.
¿Entonces, realmente ha cambiado nuestra manera de conocer personas, o de enamorarnos?
“Como seres humanos siempre hemos tenido la necesidad de relacionarnos. Desde que éramos muy jovencitos, donde normalmente buscabas ligar era en tu barrio, que era tu primera forma de contacto, luego ibas a discotecas, a bares. Cuando aparece Internet hay un salto exponencial”, comentó el experto en Big Data, Marlon Cárdenas Bonet.
Y es que Internet rompió las fronteras. Ya no era necesario tener contacto con un círculo cercano. Podías entablar relaciones con personas de otros países, sin necesidad de estar allí. Pero, los jóvenes de hoy no solo usan estas aplicaciones, apuntan también a las redes sociales.
Para el docente de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), muchas personas suelen usar estas herramientas “porque es a lo que se los acostumbró, porque veníamos de Messenger y de ese tipo de aplicaciones”; pero los jóvenes aprovechan incluso las redes sociales, que es lo que más dominan y que usan incluso en el ámbito académico y laboral.
De hecho, las redes sociales, como Facebook, Instagram y LinkedIn, incluyen sugerencia de amistades o personas que quizá conozcas, con la finalidad de emparejar a los contactos por su afinidad, parentesco o coincidencia, como si fueran apps de citas.
La inteligencia artificial decide
Las aplicaciones tienen un reto: tener al usuario la mayor parte del tiempo enganchado. En el caso de las aplicaciones de citas, se puede agregar que la finalidad es que la gente haga match (dar “Me gusta” a alguien) y se conozca. Pero, según el especialista, “para yo poder conseguir adeptos a mi aplicación de citas, pues, de alguna manera tengo que ofrecer o facilitar ese acceso a las citas”.
Más allá de si son buenas o malas, explicó Cárdenas Bonet, las aplicaciones han potenciado las interacciones sociales y se adaptan a diferentes utilidades: hay apps para solteros, casados, exclusivas de pago y para diversas opciones sexuales, entre otras preferencias. Y, lo primero que hacen estas empresas es estudiar a su público.
“Para este tipo de aplicaciones se suelen usar técnicas de ‘machine learning’, por ejemplo”, indicó Cárdenas Bonet.
“Lo primero que se preguntan es a qué usuarios vamos a ir porque, en función de la respuesta que se dé a esa pregunta, tendremos que aplicar unas técnicas u otras. No es lo mismo tener enganchado a gente joven o a los adolescentes de ahora”, agregó.
Para esto analizan el patrón de comportamiento a la hora de interactuar con nuestras aplicaciones.
¿Cómo lo hacen? Lo primero que se usa es la Analítica. Es decir, se analiza el comportamiento del usuario: con quienes interactúa, cada cuánto se conecta, si se conectan por la mañana, el mediodía o la noche. Se trata de un análisis básico, tal como lo hace un banco o una tienda y que puede no ser suficiente. Entonces, interviene la inteligencia artificial.
“Es verdad que llega un momento en que esa estadística, ese análisis clásico se queda corto, porque ya lo que necesito es, a lo mejor, aprender. En ese momento sí podríamos hablar de algoritmos, robótica. Es que la inteligencia artificial es un paraguas enorme, pero para este tipo de aplicaciones pues se suelen usar técnicas de ‘machine learning’, por ejemplo, técnicas de aprendizaje, técnicas de clasificación”, comentó el catedrático.
Gracias a que aprenden nuestro comportamiento, las apps de citas pueden saber quién nos gustaría. Para esto, es importante que el usuario se mantenga enganchado todos los días y así aprender tu comportamiento “para que cuando te recomiende a esos usuarios, acierte, y tú te sientas motivado”. Es decir, la inteligencia artificial juega el rol del destino y decide a quienes podemos conocer.
Puede ser un peligro
No todo es tan simple para las aplicaciones de citas. Hay muchos riesgos, desde la posibilidad de ser estafado o sufrir algún daño físico. Fabio Assolini, director de Análisis e Investigación para América Latina en Kaspersky, indicó a El Comercio que el 88% de los peruanos que utilizan este tipo de aplicaciones siente temor de ser estafado o de toparse con perfiles falsos en estas plataformas.
“Ese temor es razonable, porque muchos usuarios, en lugar de hallar el amor o amistad, son engañados con el objetivo de robarles dinero, datos personales o, incluso, su identidad”, señaló.
Según la encuesta global de Kaspersky, uno de cada cinco (23%) peruanos ha usado este tipo de aplicaciones y cerca del 51% de ellos admitió haber sido estafados o engañados con un perfil falso. Además, el 19% de los encuestados dijo que fue víctima del ‘doxing’, una práctica de hacer pública y subir a Internet la información privada de una persona (nombre, datos personales, información financiera, dirección, etc.). También es recurrente la venta de datos personales en los mercados clandestinos.
“Tener desconfianza en línea puede ayudarte a mantenerte a salvo. Date tiempo”, sugirió Assolini.
Frente a estos casos, Assolini recomendó verificar la configuración de privacidad en las aplicaciones y cuidar datos como número telefónico, documentos de identidad, dirección y hasta el nombre completo. También se debe tener cautela al compartir fotos que muestren información privada y evitar vincular las redes sociales.
“Tener desconfianza en línea puede ayudarte a mantenerte a salvo. Date tiempo para conocer bien a las personas que conoces en el ambiente digital, ya que muchos pueden aparentar ser lo que no son. Si algo te incomoda, abandona la conversación”, recomendó.
¿Tienen futuro las apps de citas?
Regresemos a Japón. El país asiático atraviesa una crisis de natalidad y, desde hace un par de años, viene impulsando una estrategia que incluye a las aplicaciones de citas y la inteligencia artificial, para que sus ciudadanos encuentren el amor.
Según un informe de BBC Mundo, el polémico plan consiste en una subvención con un fondo de 19 millones de dólares para aumentar la tasa de natalidad. Aunque ha sido cuestionado por el método y la sobrecarga en las mujeres.
Es decir, por un lado está el uso que se le pueda dar a estas aplicaciones, pero también está el desarrollo de la tecnología.
“Yo creo que esto evolucionará hacia la interacción. Lo que van a querer buscar todas estas aplicaciones, de alguna manera, es que sea mucho más real”, comentó Assolini.
Esto pasaría desde la inmediatez, es decir, que las apps nos muestren personas por conocer en un mismo espacio cercano, o que te permitan interactuar en el metaverso, a través de ese universo que no es real.
Es así que, entre los ataques de ciberdelincuentes, el creciente uso de la inteligencia artificial y un camino hacia la interacción, lo único seguro con estas aplicaciones es que seguiremos buscando conocernos.