A un paso para probar que un meteorito o cometa dejó un cráter en Puerto Rico
El astrónomo Abraham Ruiz ha dedicado más de dos décadas a la investigación única en la Isla.
PUBLICIDAD
Han sido más de 31 años de carrera. Pero como buen científico, esas décadas solo le han generado más ímpetu en descubrir los misterios de nuestro planeta y cómo se convirtió en el hogar que conocemos hoy día.
Es por esto que el astrofísico Abraham Ruiz ha dedicado los pasados 18 años en probar la posibilidad del impacto de algún cuerpo celeste, probablemente un meteorito o un cometa, en el Caribe, específicamente en el barrio Tibes, en Ponce.
Ante estudiantes, profesores y entusiastas del tema, el experto presentó este martes sus hallazgos preliminares en una conferencia en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Relacionadas
“Esto es un ejemplo lindo de cómo se hace ciencia, cómo es que la evidencia va hablando”, celebró el profesor José L. Alonso Costa, de la UPR en Cayey.
“Anima mucho ver ciencia hecha por boricuas y eso siempre enorgullece”, aportó la geóloga Lorna Jaramillo Nieves, profesora del recinto riopedrense.
Acorde a lo discutido en la conferencia, esta investigación es novel en Puerto Rico, ya que ningún científico se ha dedicado a evidenciar si en la Isla cayó un meteorito o cometa.
![El profesor Abraham Ruiz presentó los hallazgos de su estudio en la UPR de Río Piedras.](https://www.primerahora.com/resizer/v2/F2UOWSE4WVDQ7KES5Q3KF6UVTI.jpeg?auth=12bafb21bb0a3819d2e4afdcc30210009c71f4c25051301060914747c362d571&quality=75&width=2560&smart=true)
La investigación
Encontrar este cráter y comenzar a evidenciar que se creó por un cuerpo celeste no ha sido tarea simple. Incluso, Ruiz tuvo que aprender de geología para establecer su hipótesis y comenzar a investigar.
“Una vez sabes algo de geología, las piedras empiezan a hablar”, aseguró a Primera Hora el también profesor del recinto humacaeño de la UPR.
“Pasó el tiempo y, ahora que estoy pensando jubilarme, o pudiera jubilarme ya, porque tengo ya 31 años en el servicio, dije: ‘voy a meter mano en este asunto y, como no sé nada de geología, tengo que aprender’ y me puse a aprender”, narró.
Armado de su “curiosidad abrumadora”, primero analizó la tasa de impactos que ha tenido la Tierra y, a pesar de que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés) había calculado que sucedía uno cada 60 años, Ruiz determinó, a través de cálculos matemáticos, que “las tasas de impacto son entre 10 y 20 veces mayores de los que nos decía NASA”, por lo que estableció que el número es uno en cada ocho años.
“Nosotros llevamos ya varios años, diría casi 20 años, trabajando con probabilidades de impactos de meteoritos en planetas terrestres. Hicimos un trabajo bastante completo con cráteres en Marte y la Luna para establecer tasas de impacto en la Tierra que no se conocían bien. Ahora, como en la Luna hay mucho impacto y todo lo que va por ahí cae, pues se puede contar bien. El problema es que no se puede medir la edad, porque no puedes ir allá. Con Marte también”, detalló el experto a este diario.
“Estudiando la cantidad de impacto en planetas terrestres nos dimos cuenta que la Tierra obedecía el mismo patrón. Allá (Luna y Marte) teníamos mucho, acá teníamos poco, pero acá podíamos establecer la edad. Entonces, integrando todo eso desarrollamos modelos de tasas de impacto y nos dimos cuenta que las tasas de impacto son entre 10 y 20 veces mayores de lo que nos decía NASA. Basado en eso, hicimos cálculos de cuál es la probabilidad de impacto en las Islas del Caribe. ¿Por qué las islas del Caribe? Primero, porque vivimos aquí”, agregó.
![El astrofísico no ha identificado otro cráter en Puerto Rico.](https://www.primerahora.com/resizer/v2/7IKW5PRCHVAGJFGXY5JIZRJ7YE.jpg?auth=ab2492ee6315ef9d36c03067c8b05352344dc155f7f275a10cb8cb290d3e800f&quality=75&width=2560&smart=true)
Luego, analizó imágenes satelitales en blanco y negro de Puerto Rico, Cuba, República Dominicana y Jamaica para determinar si algún cuerpo proveniente del espacio llegó a impactar en el Caribe. Al tener las imágenes carentes de color o estructuras modernas, pudo identificar un derrumbe en la República Dominicana de calzo y, efectivamente, una sola “estructura” (marca) que habría dejado un cuerpo celeste en Puerto Rico, pues, a diferencia, los mapas a color están llenos “de carreteras, autopistas y gente en ‘four-track’. Tienes tanto detalle con casas, carreteras, autopistas que no lo hubiese visto”. Sin embargo, admitió que falta por analizar mejor las imágenes de Cuba, aunque, de inmediato, no identificó que hubiera alguna evidencia que apuntara a un cráter como el que identificó en Ponce.
“No es poco probable que se produzca un impacto en el Caribe en Cuba, Dominicana, Puerto Rico o Jamaica y encontramos esto. Lo encorté yo concretamente”, reiteró.
El cráter
Desde el 2007, Ruiz ha visitado múltiples veces el lugar, aledaño al río Portugués. La “estructura” tiene un diámetro de 800 metros (2,624.67 pies) y ha identificado la presencia de conos astillados, o las formaciones geológicas que deja un meteorito o cometa cuando impacta la Tierra. Estos se limitan al diámetro del cráter.
“No están a tutiplén. Claro, no me he metido monte arriba. Casi no salgo del río, porque las avispas me pican. Eso es una selva”, comentó durante la conferencia.
También, observó que, en el cráter, que tendría una edad de 40,000 años, hay grietas repletas de hierro que están carentes de níquel en los minerales del área. La explicación de esto podría ser que el sobrecalentamiento de la zona de más de 1,800 K derritió el mineral y provocó que el hierro pudiera entrar en los minerales.
Según explicó en su presentación, Ruiz reconoció que la forma semicircular de una estructura no es evidencia suficiente para concluir que hubo un impacto, más es la presencia de conos astillados, cuarzo y minerales fracturados, etc., que sí da indicios que se formó como resultado de un impacto, pues estos materiales solo se observan dentro de la estructura.
Estas características descartan que el cráter sea resultado de actividad volcánica o de sismos.
“En un principio, tomamos en consideración que eso pudo haber sido (efecto del movimiento de placas tectónicas)”, afirmó, por su parte, el profesor William Serrano, doctor en ingeniería eléctrica y electrónica.
Basándose en el diámetro del cráter, la energía pudo haber sido de un millón de toneladas, indicó Ruiz.
“El hecho de que todas las evidencias discutidas anteriormente se hayan encontrado dentro de la estructura (el cráter), nos permite concluir preliminarmente que la morfología semicircular que vemos en Tibes es el remanente del impacto de un cometa o meteorito ocurrido hace menos de 40,000 años”, concluyó en su presentación.
Hace dos años, se unió a la investigación Serrano para analizar la nanofibras del material en el área.
Recopilada la evidencia, Ruiz y Serrano, así como el profesor William Bruckman -que también colaboró en el proyecto-, entregaron sus hallazgos a la revista científica Nature para ser publicado y avalado por expertos en el campo.
Tuvieron el visto bueno de los editores, pero los “referees”, o los árbitros científicos que revisan artículos antes de su publicación, pidieron más evidencia, específicamente de la presencia de fisuras de deformación del planeta (PDF, en inglés) en los cuarzos dentro del diámetro del cráter. Así se confirmará que, efectivamente, en Puerto Rico cayó un cuerpo celeste.
“Hace falta conseguir una fractura en cuarzo que le llaman PDF”, dijo Ruiz a este medio.
Resta por determinar, además, si fue un meteorito o un cometa lo que chocó con la Isla. Así, se pudiera determinar el impacto que tuvo en el área cuando cayó. La revista National Geographic hizo la distinción de que los meteoritos son asteroides pequeños, masas rocosas que pueden medir desde escasos metros a varios kilómetros de diámetro. Mientras, los cometas son bolas de roca y hielo que forman colas al acercarse al sol durante el recorrido de sus órbitas elípticas y, cuando se calientan, expulsan gas y polvo formando una estela tras ellos.
De acuerdo a Ruiz, la erosión natural del área no afectaría la represa Portugués.