A dos años del colapso del radiotelescopio en el Observatorio de Arecibo
En el 2008, la importante herramienta científica -que descubrió los primeros planetas fuera del sistema solar- fue incluido en el registro estadounidense de lugares históricos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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A dos años del desplome del radiotelescopio en el Observatorio de Arecibo, su anhelada reconstrucción luce cada vez más distante, a pesar de los descubrimientos que este instrumento produjo en sus 57 años de utilidad.
El Observatorio de Arecibo fue inaugurado el 1 de noviembre de 1963.
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Y fue que el 1 de diciembre de 2020, a las 7:56 de la mañana, la comunidad científica y el mundo vio cómo la imponente estructura colapsó en 30 segundos, principalmente, por la falta de mantenimiento adecuado.
Cuatro meses antes del desplome, en agosto, un cable auxiliar se rompió y provocó un corte de 100 pies que rompió alrededor de 250 de los 40,000 paneles reflectores de aluminio de la estructura y dañando la plataforma del receptor que colgaba sobre él.
Luego, a principios de noviembre, se rompió un cable principal, y los ingenieros advirtieron que una falla adicional del cable probablemente sería catastrófica.
Un mes después, en diciembre de 2020, la plataforma receptora de 900 toneladas del telescopio y la cúpula gregoriana, una estructura tan alta como un edificio de cuatro pisos que alberga reflectores secundarios, cayeron a más de 400 pies sobre el plato.
Las imágenes del devastador momento no deja de asombrar. Agraciadamente, nadie resultó herido.
Según ha trascendido, entre los esfuerzos recientes por repensar el futuro de la estructura, varios congresistas enviaron una carta a la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés), cuestionándoles su decisión.
Como parte de esta iniciativa, encabezada por la comisionada residente, Jenniffer González Colón y congresistas de ambos partidos, se le cuestionó la inversión de fondos federales ya hecha, la seguridad nacional, así como la disminución del foco disciplinario de astronomía y ciencia activa a las materias de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
“Estamos preocupados por el futuro del Observatorio y apoyamos el uso de cada una de las tecnologías actualmente presentes, así como potenciales nuevos instrumentos. Desafortunadamente, creemos que la solicitud de propuesta actual (NSF 23-505) se queda corta en la utilización completa de todos los instrumentos disponibles en el Observatorio de Arecibo”, expresan los congresistas en la carta.
La NSF publicó en octubre una solicitud de programa para un nuevo acuerdo de cooperación de 5 años para administrar el Observatorio de Arecibo. La propuesta busca un reenfoque del centro a uno de educación e investigación STEM y no considera la posibilidad de reconstruir un nuevo radiotelescopio que reemplazaría el de 305 metros que colapsó el 1 de diciembre del 2020. Además, la solicitud no incluye otros instrumentos científicos con los que actualmente cuenta el centro, como la antena de 12 metros y la instalación LIDAR.
En el 2008, el entonces radiotelescopio más grande del mundo -que descubrió los primeros planetas fuera del sistema solar- fue incluido en el registro estadounidense de lugares históricos.
La herramienta también se utilizaba para estudiar púlsares, detectar ondas gravitacionales, buscar hidrógeno neutro y detectar planetas habitables, entre otras cosas.
Gerardo Morell, director del Puerto Rico Nasa Space Grant -organización que ayuda a desarrollar mano de obra científica y tecnológica local en áreas de interés a la NASA- estimó en el 2020, luego del desplome del radiotelescopio, que su reconstrucción conllevaría la inversión de $400 millones.
En octubre pasado, y en entrevista con Primera Hora, la nueva directora del Observatorio de Arecibo, Olga Figueroa, reiteró que su enfoque era traer un nuevo radiotelescopio a la instalación, aunque reconocía que la decisión no estaba en sus manos.
“Mi enfoque principal es traer el nuevo radiotelescopio. Ese es nuestro deseo, pero no es nuestra decisión porque la facilidad no es nuestra, la facilidad le pertenece a National Science Foundation”, indicó.
“Nosotros somos los administradores, podemos someter propuestas, ya sabemos cómo sería el nuevo radiotelescopio, sus capacidades, su fuerza, hasta dónde llegaría, que sería más allá de lo que veía el anterior. Sabemos que pudiéramos llegar a ver exoplanetas que no vimos con el anterior. Pero esa decisión no es nuestra, la decisión es del gobierno federal. Ellos no han emitido declaraciones. Nuestro contrato es hasta marzo 2023 y ellos tienen que proveer esa información prontamente”, sostuvo la directora en aquel momento.
Para conmemorar el segundo aniversario de esta pérdida, el Observatorio de Arecibo, además de la American Nuclear Society UPRM Student Section, presentará la premiada película " The Biggest Dream” en las salas de cine del Mayagüez Town Center el próximo 7 de diciembre a las 5:00 p.m. Como invitado especial estará el astrobiólogo y físico puertorriqueño, el profesor Abel Méndez.