37 % de los Nobel de Medicina, Química y Física de Estados Unidos en los últimos 20 años eran inmigrantes
No incluyen a los que emigraron a la república norteamericana tras recibir el galardón, como Albert Einstein, Enrico Fermi y Niels Bohr.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Chicago. El 37% de los Premios Nobel de medicina, química y física ganados por Estados Unidos en los últimos 20 años correspondieron a científicos inmigrantes, como el alemán Reinhard Genzel, quien fue galardonado este año, señaló este miércoles un estudio de la National Foundation for American Policy.
Genzel, profesor emérito de física y astronomía en la Universidad de California en Berkeley, compartió el Premio Nobel de Física 2020 con Andrea Ghez, catedrática de la Universidad de California en Los Ángeles, nacida en Estados Unidos, así como con el británico Roger Penrose, por sus investigaciones sobre los agujeros negros.
En 2019, el ganador estadounidense del Premio Nobel de Física (James Peebles), y uno de los dos ganadores por este país del Premio Nobel de Química (Michael Stanley Whittingham), también eran inmigrantes (Canadá y Reino Unido, respectivamente).
Igualmente, el año pasado, dos de los tres ganadores del Premio Nobel de Economía por Estados Unidos eran inmigrantes: Abhijit Banerjee, nacido en India, y Esther Duflo, nacida en Francia. Ambos son profesores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y compartieron el premio con Michael Kremer por su “nuevo enfoque para obtener respuestas fiables sobre las mejores formas de luchar contra la pobreza mundial”.
El estudio también destaca como ejemplo que, en 2018, Gérard Mourou, un inmigrante de Francia, ganó el Premio Nobel de Física. En 2017, el único ganador estadounidense del Premio Nobel de Química fue un inmigrante, Joachim Frank, profesor de la Universidad de Columbia nacido en Alemania.
El inmigrante Rainer Weiss, que nació en Alemania y llegó a Estados Unidos cuando era adolescente, recibió el Premio Nobel de Física 2017, compartiéndolo con dos estadounidenses Kip Thorne y Barry Barish.
En 2016, los seis ganadores estadounidenses del Premio Nobel en Economía y campos científicos eran inmigrantes.
Según el estudio, retrocediendo a los comienzos del premio en 1901 y hasta la fecha, 36 % de los Premios Nobel de Física de Estados Unidos, 35 % de Química y 33 % de Medicina correspondieron a científicos nacidos en el extranjero.
Estos números no incluyen a los ganadores del Premio Nobel que emigraron a Estados Unidos después de recibir el galardón, como Albert Einstein, Enrico Fermi y Niels Bohr, agrega.
Estos logros de los inmigrantes apuntan a los beneficios para Estados Unidos de recibir talentos de todo el mundo, y reflejan el estado de la investigación, la apertura y el avance científico dentro de una sociedad, señala el estudio.
Pero, según la National Foundation for American Policy, este tipo de inmigrantes no es el único que beneficia y debe interesar al país, y en un estudio separado advirtió sobre los efectos de la política del presidente Donald Trump, que ha reducido 49 % la inmigración legal desde que asumió el cargo.
Señala que esto tendrá repercusiones significativas para el crecimiento económico de la nación, porque la reducción de la inmigración legal perjudica la fuerza laboral y el crecimiento económico futuros del país, y es probable que también frene la recuperación económica del país, azotado por la pandemia del COVID-19.
Según este estudio, sin la contribución de los inmigrantes a la cantidad y calidad de la oferta laboral, la mayoría de las ganancias de crecimiento económico que vio Estados Unidos entre 2011 y 2016, después de la última recesión, no habría sucedido. Los inmigrantes y sus hijos contribuyeron con más de la mitad del crecimiento de la fuerza laboral en las últimas dos décadas.
Debido al envejecimiento de la población en general, la inmigración jugará un papel aun más importante en el crecimiento de la fuerza laboral en el futuro que en el pasado, concluye.