La ciudad de Monopoli forma parte de la región de Puglia y está a unos 40 minutos de la capital, Bari, en el taco de la bota italiana. Aquí se combina lo moderno con la tradición de un pueblo de pescadores que cada tarde, luego de la siesta, se reúne bien sea en la plaza principal o en algunos de los muchos restaurantes y bares.

Calles estrechas con antiguos edificios a cada lado, que proporcionan sombra al implacable sol veraniego, tienen otro matiz en las noches, cuando familias completas las recorren mientras la música -muchas veces en vivo- se escucha.

Entre los puntos de interés turístico están la Catedral Santa Maria della Madia y la iglesia de Maria S.S. Addolorata, mejor conocida como la iglesia del Purgatorio.

Si prefieres disfrutar de la playa, debes madrugar para asegurar un espacio en las pocas orillas con arena. Si no, haz como muchos, que toman el sol sobre las piedras que bordean la costa.

Un viaje de media hora en carro hacia el suroeste de Monopoli te llevará hasta Alberobello, declarado en el 1996 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus trullis -hermosas casitas redondas con los techos en forma de cono- resaltan entre el verdor de los olivos.

Mientras, también a media hora, pero esta vez al norte de Monopoli, está Polignano a Mare, una pequeña ciudad construida sobre acantilados que nos recuerda una película italiana.

Sus calles estrechas forman un laberinto que al recorrerlo, sin darte cuenta, te hará llegar hasta algún balcón desde donde verás el mar color turquesa.