Coraje por documental de Netflix sobre Puerto Rico provocó que boricua se fuera a Inglaterra
Yolieris Díaz tenía claro un propósito que la llevó a este país europeo.

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Nota del editor: La serie Boricuas en la Luna destaca las historias de los puertorriqueños que han extendido las fronteras de la Isla al establecerse por el mundo, cargando con nuestra bandera, cultura y tradiciones.
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El coraje por un documental de Netflix que entendía que no recogía la realidad puertorriqueña tras el desastroso paso del huracán María por Puerto Rico en 2017, provocó que Yolieris Díaz estudiara cinematografía, una decisión que se centró en las ganas de representar a Puerto Rico dignamente, pero que paradójicamente la llevó a dejar la patria que tanto ama defender.
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“Yo no me fui de Puerto Rico para cambiar quien soy. Yo me fui de Puerto Rico para compartir y para enseñar quiénes somos”, dijo Díaz en entrevista telefónica con Primera Hora desde Londres, Inglaterra.
La joven, que hoy tiene 21 años y que comparte la fecha de su natalicio con el paso del huracán María por Puerto Rico, es una de las miles de puertorriqueñas que hace parte de la diáspora boricua.
Fue precisamente la experiencia del paso del huracán María lo que la llevó a tomar la determinación de mudarse de la Isla y optar por una carrera en artes, una decisión que confesó, sorprendió a su familia.
“Yo siempre fui bien aplicada. Siempre tuve como que buenas notas, era súper buena con las matemáticas. Por eso en casa como que les sorprendió que escogiera –una carrera en- artes”, dijo la joven.
La junqueña nació y creció en Puerto Rico y como millones de puertorriqueños, vivió el paso del poderoso ciclón por la Isla un día que suponía estar celebrando su cumpleaños. El huracán, que tocó tierra como un huracán categoría cuatro, no solo dejó a su paso miles de viviendas sin techo, también condujo a meses sin electricidad.
La experiencia, al igual que a muchos, la marcó, y en abril de 2019, cuando estrenó el documental ‘After María’, se sentó a verlo. Lo que sintió, no obstante, fue decepción.

“En ese documental yo sentí que nos representaron súper mal. A mí siempre me gustó la abogacía, la política y eso. Pero luego pensé, espérate porque no me expreso con las artes”, dijo.
‘After María’ fue ampliamente criticado por presentar únicamente la realidad de tres mujeres puertorriqueñas que salieron de la Isla tras el paso del ciclón, y que se establecieron en hoteles de Florida que eran pagados con fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
El filme no incluyó contexto, por ejemplo, de los miles de puertorriqueños que ayudaron a levantar las zonas devastadas por el huracán.
Así, el coraje por el documental coincidió con la búsqueda de un camino universitario que le interesara y avivó la llama de amor por las artes que también sentía desde pequeña. Esta, finalmente, decidió pedir admisión en ‘Norwich University of the Arts’ en Inglaterra.
Y lo que comenzó como una movida por el enojo, la llevó a convertirse en la primera puertorriqueña en asistir y graduarse de ese campus.
Su vida en Inglaterra
Díaz contó a Primera Hora que el proceso para asistir al campus de ‘Norwich University of the Arts’ lo hizo principalmente vía remoto porque en ese momento todavía estábamos bajo estrictas medidas de confinamiento por la pandemia de COVID-19.
Sus padres Yolanda Rivera y Erick Díaz la ayudaron en todo el proceso y también tomaron un avión con ella para dejarla en la puerta de su hospedaje en la ciudad de Norwich.

La joven, de entonces 17 años, estaba clara: No dejaría sus costumbres puertorriqueñas en Puerto Rico, sino que las empacaría con ella y las llevaría hasta Inglaterra.
Y eso fue lo que hizo.
“Yo fui preparada. Yo vi muchos videos de lo que era la comida inglesa y yo me fui con mi adobo, la sazón, maicena… La mitad de mi maleta cuando me mudé era comida”, precisó.
Para entonces, cocinaba en una cocina que compartía con varios compañeros. Aunque no siempre encontraba todos los ingredientes, se las ingeniaba para comer platos típicos boricuas como el mofongo y el pastelón.
“Yo crecí con mi abuela cocinando, haciendo el arroz con habichuelas, haciendo bistec, haciendo todos esos platos. Yo lo que hacía si algo me salía mal o no sabía cómo cambiarle los ingredientes cuando no conseguía todo, llamaba a mi abuela y mi abuela me decía ‘échale esto, échale lo otro’. Y honestamente, el 80% de mi dieta, aunque estoy tan lejos de Puerto Rico, es comida boricua”.

Así, la junqueña mantiene viva la cultura gastronómica puertorriqueña pese a los miles de millas que la separan de Puerto Rico.
Choques culturales
La joven estudiante confesó que las primeras semanas tras mudarse de Puerto Rico fueron espectaculares, porque todavía estaba vigente el factor “nuevo” que hace que sea una “sorpresa” todo lo que se va descubriendo de ese nuevo país.
“Cuando tu primero llegas, estás emocionado. Todo es como que ‘wow, mira, hay guaguas públicas, la comida es barata’. Todo es como una película”, dijo.
Sin embargo, añadió que no fue así por mucho tiempo.
“Yo creo que mi primer shock grande fue en el primer día de la universidad, con una maestra”, precisó.
Según narró, la profesora le sugirió cambiarse el nombre porque era difícil de pronunciar en Inglaterra.
“Ese fue como que mi ‘wake up call’, como que wow, estoy en un país que no es mío”, rememoró sobre el suceso.
Díaz también dijo que echa de menos el trato de los boricuas porque los ingleses suelen ser un poco más “fríos”.
Cosas que cree que Puerto Rico puede adoptar de Inglaterra
Como parte de su experiencia en el exterior, Díaz compartió con este diario algunas cosas que cree que Puerto Rico debería aprender de Inglaterra. Entre ellas, mencionó: mejorar el servicio de transporte público, y trabajar en un plan de agricultura que ayude a hacer los alimentos más accesibles económicamente para los boricuas.
Según contó, con poco más de $100 suele hacer una compra que le dura alrededor de un mes en Londres, algo que dijo, le sorprendió al llegar.
En Puerto Rico, no obstante, los precios de los alimentos siguen en alza. Un análisis realizado por la firma Picodi encontró que los puertorriqueños destinan alrededor de un 11.8% del salario mínimo mensual, únicamente en la canasta básica de alimentos, que incluye: carnes, pan, arroz, huevos, leche, queso y vegetales.
La canasta básica aumentó en Puerto Rico a $174.1, en comparación con los $161 que costaba en 2022, según ese mismo informe.
“Cuando yo hablo con mi abuela, me quedo boba. Me acuerdo de la primera vez que me dijo que una docena de huevos le salió en $7 y pico”, narró sorprendida la joven.
Según continuó contando, cuando visitó Puerto Rico la Navidad pasada, hizo el ejercicio de comparar el precio de los huevos en Puerto Rico con el de Londres, lo que encontró fue que en su tierra natal un paquete de 30 huevos costaba $19.99, mientras el Londres, el mismo paquete costaba 3.95 libras, que convertidos en dólares son alrededor de $5.

“Eso acá no me lo creen”, mencionó.
Díaz también piensa que Puerto Rico podría ampliar el Tren Urbano con más rutas, para “hacerle la vida más fácil a la gente” que por ejemplo, trabaja en la zona metropolitana pero vive en pueblos más lejanos.
“Mi papá trabaja en el área metro. Y los 17 años de vida que yo estuve en Puerto Rico, yo vi cómo mi papá madrugaba antes que las gallinas, para poder ir a la metro, porque él sabía que iba a haber tapón”, contó.
La joven también entiende que el sistema de transporte público podría evitar decenas de accidentes en las carreteras porque suele ser un medio muy seguro.
En Puerto Rico, sin embargo, el Tren Urbano solo sirve los pueblos de San Juan, Bayamón y Guaynabo.
Díaz, no obstante, aseguró que en sus planes está regresar a Puerto Rico.
Planes futuros
La junqueña, que realiza ahora una maestría en Marketing en Londres, planea terminar sus estudios y solicitar en Inglaterra una visa graduada que le permitirá incorporarse al mundo laboral de ese país por dos años.
Un vez termine su experiencia laboral, aseguro, regresaría a Puerto Rico.
“Yo siempre he estado clara de que la meta es regresar. Mi meta es volver a Puerto Rico, trabajar en Puerto Rico y estar con mi familia”, cerró diciendo.
¿Eres o conoces de algún boricua que vive fuera de la isla y quiere contar su historia? Escribe a historiasph@gfrmedia.com