Muchos alimentos son considerados afrodisíacos, es decir, tienen fama de aumentar el deseo sexual de quien los consume. Se habla de chocolate, ostras, frutas, especias, entre otros.

Lo cierto es que si bien consumir estos alimentos no asegura nada, profesionales de la salud y la gastronomía afirman que algunos activan o inhiben determinadas zonas del cuerpo y generan la disposición necesaria para la actividad sexual. Otros, gracias a su forma pueden activar psicológicamente y predisponen para el acto sexual. Así lo explicó al diario uruguayo El País Santiago Cedrés, médico sexólogo y presidente de la Academia Internacional de Sexología Médica.

Cedrés puso algunos ejemplos y dijo que una de las frutas más populares dentro de las consideradas como afrodisíacas es la frambuesa. Esta actúa afectando las glándulas endocrinas y el sistema nervioso de quien las consume.

Otra fruta que con el aporte que hace de potasio, vitamina B, bufotenina y magnesio, fomenta la producción de serotonina en el organismo es el guineo. También facilita la vasodilatación mejorando el flujo sanguíneo de los genitales y, por ende, la excitación. Los higos, por su parte, aumentan la producción de hormonas sexuales, mejorando el deseo gracias al contenido de betacaroteno.

Uno de los alimentos más famosos dentro de esta categoría es el chocolate: "Las semillas de cacao contienen fenilalanina y teobromina, sustancias que activan la circulación sanguínea, estimulan la secreción de serotonina, lo que genera una sensación de bienestar que predispone al encuentro íntimo", sostuvo el experto.

En relación a las ostras, señaló que por su contenido proteico y de zinc ayudan a mejorar la lubricación en ambos sexos, aumentando la energía, clave en el rendimiento sexual. Sobre el jengibre, otro tildado de afrodisíaco, contó que mejora la circulación sanguínea, favoreciendo la estimulación y sensibilidad en zonas erógenas.

Entre otros alimentos, frutas o especias que se consideran afrodisíacas, mencionó la canela, un condimento que tiene una propiedad similar al jengibre por potenciar la circulación sanguínea, que ayuda a la irrigación sanguínea a los genitales.

Cedrés detalló: “Algunos colaboran específicamente en lo relativo a la excitación, como es el caso de aquellos que favorecen la irrigación sanguínea en el cuerpo, y otros como el chocolate favorecen la disposición para el encuentro sexual. A su vez, los que ayudan a la irrigación sanguínea generan excitación, lo que aumenta la probabilidad de experimentar el deseo sexual”.

Cedrés destacó que lo importante en cualquier caso es la intervención de la fantasía o la forma de activación sexual.

“Hay quienes se deleitan y potencian su deseo con el cortejo que lleva al encuentro sexual. Por ejemplo, en una cena con velas a la que se suman alimentos afrodisíacos, miradas que insinúan, etcétera. Y después hay personas que tienen otros gustos o rutinas sexuales y los alimentos afrodisíacos no tienen el significado tal. No obstante actúan de la misma manera en el organismo”, indicó.

El sexólogo señaló que el papel de la sugestión es fundamental: “Esto quiere decir que más allá de los cambios que el alimento afrodisíaco genere en el organismo, lo que realmente influye es la intención que las personas le atribuyen. Nadie por ingerir un alimento considerado afrodisíaco va a sentir deseo sexual. Si bien estos actúan y colaboran, todo depende del contexto y la significación que se les dé”.

Si algo queda claro es que el principal afrodisíaco está vinculado con los pensamientos: “La mente es la que le atribuye ese poder afrodisíaco al alimento y es muy poderosa. La necesitamos de aliada en la vida y sobre todo en la vida sexual”, sostuvo Cedrés.

Además de las sustancias que ciertos alimentos puedan aportar y que justifiquen su uso como afrodisíaco, las formas son muy significativas. Existen muchos productos comerciales que son elaborados con formas sexuales con la intención de captar la atención y mejorar sus ventas. El sexólogo señaló que "por lo tanto, es esperable que un alimento con formas genitales sea asociado a la sexualidad y ese mismo hecho lo convierta en un activador sexual".

En relación al alcohol, Cedrés aseguró que es un inhibidor y que “en este sentido no es recomendable para la actividad sexual, que requiere estar muy dispuesto y con energía para sostener la excitación”. De todas maneras, el experto agregó que “en pequeñas cantidades relaja el organismo y lo predispone. En el caso del vino, una copa ayudaría con un efecto vasodilatador generando que la sangre llegue mejor a los genitales, favoreciendo la excitación”.

El chef pastelero Lucas Fuente dijo a El País que la cocina es un mundo de posibilidades y por eso es bueno incentivar a la gente a que pruebe cosas nuevas: “Es parte del juego y de sorprender al otro. Cocinar con ingredientes nuevos y sabores exóticos puede ser el comienzo de una buena velada”, señaló.

Con respecto al chocolate, el afrodisíaco natural número uno de la humanidad, detalló que es un alimento que mantiene alerta, ayuda a liberar endorfinas. “Se dice que es más afrodisíaco que los besos”, sostuvo Fuente, quien recomendó, a la hora de elegir el tipo de chocolate, que sea el amargo, hecho con 70% de cacao.