¿Perdonarías una infidelidad?
Dar una segunda oportunidad es posible, pero no es un asunto sencillo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Isabel siempre estuvo clara o al menos pensaba que así era: “nunca perdonaré una infidelidad”.
Fue algo que jamás imaginó que le sucedería. Una de sus mejores amigas lo había vivido, pero para ella era algo remoto.
Y pasó. Su esposo fue infiel y él se lo confesó. Se sintió humillada, con coraje, sola. ¿Perdonarlo? ¡Jamás!
Para muchas, la respuesta inmediata es, como la de Isabel, un tajante “no”, pero, de acuerdo con el psicólogo Carlos Sosa, sí es posible perdonar, pero hay que considerar varios factores.
“Para empezar, hay que tener mucho cuidado con cómo la gente interpreta las cosas”, indica el psicólogo en una reportaje publicado recientemente. “La época moderna nos exige que no nos aislemos del contacto con otras personas y el hecho de que te vean con otro, incluso despidiéndote con un beso (en la mejilla), no necesariamente implica que estás siendo infiel”, resalta.
Sin embargo, en este caso la infidelidad fue una realidad.
¿Qué hacer, entonces?
Todo dependerá de los valores de la parte agraviada.
“El perdón depende de muchos factores, del tipo de persona que se sea y las circunstancias que llevaron al otro a cometer la falta”, indica Sosa. “Si es un patrón, en el que el otro es infiel constantemente, entonces no hay nada que perdonar y que cada cual siga por su lado”, resalta.
Históricamente, la mujer perdona más frecuentemente la infidelidad, ya sea por dependencia económica -si el hombre amenaza con dejarla sin nada, sobre todo si hay hijos de por medio- o, incluso, por patrones de violencia doméstica.
Pero esto ha ido cambiando. Las mujeres son cada vez más independientes, seguras y capaces de detener el ciclo de violencia.
“Ya son más los hombres que, gracias a los triunfos del feminismo, ven su relación con la pareja como de igual a igual”, añade.
El psicólogo también enfatiza que nadie está obligado a perdonar. Si se hace debe ser de forma incondicional y es una decisión que no se puede tomar bajo presión.
“Si perdonas pero no olvidas, va a haber esa sombra y ese recuerdo desagradable que va a empañar esa felicidad que puedas tener de ahora en adelante”, señala Sosa. Además, el perdón debe ofrecerse “completamente, asumiendo todas sus consecuencias”.
Para seguir adelante
1. Afronta la realidad.
No pretendas que no sabes nada, porque no abona nada positivo y te hará sentir mal contigo misma y con el mundo.
2. Haz una reflexión intensa y profunda, y exa- mina tus sentimientos hacia tu pareja
Si todavía sientes amor por él tienen que trabajar juntos en restaurar lo perdido.
3. Ten una conversación honesta y sincera.
Habla de tus sentimientos y pídele a tu pareja que haga lo mismo. Discutan qué pasó y por qué.
4. Toma una decisión
Hazte la pregunta: ¿vale la pena que luche por esto? Si la respuesta es afirmativa busquen ayuda profesional, como un especialista en parejas, para sobrellevar la situación.