Si quieres saber si la persona que te interesa romántica y sexualmente es promiscua, mírale el dedo anular y el índice porque, según un estudio, ahí se puede notar la tendencia genética hacia este comportamiento. De paso, mírate también los tuyos.

En una investigación de las universidades de Northumbria y Oxford se analizaron las actitudes individuales hacia el sexo sin compromiso y el largo del dedo anular en comparación con el índice. Para el estudio, encuestaron a 575 personas norteamericanas y británicas sobre su sentir hacia el sexo sin compromiso y luego midieron las manos de 1,314 mujeres y hombres británicos. Ahí encontraron que un dedo anular largo –en comparación con el índice- sugiere la posibilidad de una mayor promiscuidad sexual.

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Los investigadores encontraron que tanto los hombres como las mujeres pueden estar genéticamente inclinados a la promiscuidad o a la lealtad y compromiso. Pero los varones, que tienden a experimentar más testosterona en los testículos, tienen dedos anulares más largos.

Hombres y mujeres fueron puestos en dos grupos, el de una “sociosexualidad restringida” y el de una “sociosexualidad sin restricciones”. Los primeros buscan enlaces exclusivos y prolongados con una pareja y a los segundos le importa poco que haya una implicación emocional, por lo que se sienten a gusto en relaciones cortas o con múltiples parejas.

Los varones, con un 57 por ciento, manifestaron estar más inclinados hacia la sociosexualidad sin restricciones que las mujeres, una proporción equivalente al por ciento de dedos anulares largos tanto en hombres como mujeres.