La mala vibra
Leer el lenguaje corporal de otros nos ayudará a interpretar sus intenciones.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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“Hay gente que busca cosas duras: arrastrar gente. Hay muchos trabajos (rituales esotéricos) para hacer el mal. Todo eso existe. La gente busca más lo malo que lo bueno, desgraciadamente”.
Así lo afirma Alberto Santiago, propietario de la botánica Siete espadas San Miguel, en la plaza del mercado de Río Piedras.
El comerciante, quien lleva 10 años trabajando en el lugar, comenta que, así como muchas personas acuden a las botánicas en busca de “trabajos” para hacer mal, hay otros que acuden para solicitar remedios que los liberen de la mala vibra o del mal de ojo causado por otros.
“Las malas vibras son fuerzas negativas”, comenta y añade que éstas tienen tanto poder que son capaces de provocar problemas en el trabajo, las relaciones sentimentales y la salud, entre otros ámbitos.
“Hasta vecinos que tú tengas” pueden ser portadores de mala vibra. “Usted prospera y se le envidia; si usted tiene un carro nuevo, se lo envidian; si tiene un buen matrimonio, se lo envidian; si tiene una buena casa, se la envidian”, asegura el comerciante, quien comenta que desde la infancia está interesado en temas espirituales.
“Recuerda que los pensamientos de los seres humanos son dañinos. La misma Biblia dice que si dos personas se reúnen y quieren un milagro, se da el milagro. Si dos personas se reúnen para hacer un mal, hay un mal también”, afirma.
Santiago asegura que la mala energía de otros se siente. “Con tú ver la persona, la captas”. El comerciante compara a ésta con un catarro o una monga. “Tu cuerpo la siente. Así son las fuerzas. Tú dices: ‘esto como que no es normal. Ahí hay algo extraño’”.
Sin embargo, hay que tener cuidado porque “la gente tiene miles de caras. El que te va a hacer mal, nunca te va a dar la cara de malo. Es triste decirlo, pero es la realidad”, afirma.
Santiago comenta que cuando el ser humano pierde el control de su mente y le da paso a la mala vibra de otro, “pierde las defensas. Es como un virus”.
“La gente se da su bañito y se restablece. Nosotros no hacemos magia. Nosotros lo que hacemos es restablecer la suerte”, aclara.
El comerciante explica que las personas con mala vibra “con el tiempo, se destruyen ellas mismas. Tú le haces mal a una persona y la vida te pasa factura”.
“Si tú te cuidas, no tienes problema y siempre (hay que) recordar que el dueño del circo es Dios”, concluye.
Los animales y la percepción
El psicólogo Carlos Sosa opina que los animales han desarrollado cualidades de percepción que pueden utilizar para garantizar su supervivencia. Los humanos, sin embargo, no las hemos desarrollado en la misma medida.
Los animales, por ejemplo, pueden percibir ciertos sonidos, olores, reacciones ambientales y vibraciones en el suelo y en el aire.
“Los seres humanos tenemos unas destrezas que, en la mayor parte de los casos, no estamos conscientes de que las tenemos”, advierte Sosa y explica que éstas son herramientas muy útiles que podemos utilizar para identificar personas con agendas ocultas y propósitos maliciosos.
“La naturaleza nos habla. El problema es que nosotros tenemos que aprender a hablar el lenguaje de la naturaleza. Los animales son expertos en interpretarla. Nosotros nos hemos cegado a estos estímulos”, asegura.
Protección
Alberto Santiago, propietario de la botánica Siete espadas San Miguel, en la plaza del mercado de Río Piedras, informa que existen múltiples escudos contra el mal.
Plantas
El comerciante establece que los remedios hechos a base de plantas “existen desde que el mundo es mundo. Desde que el mundo existió, siempre las plantas han hecho su función, hasta el día de hoy”, comenta y explica que, incluso, la farmacología se deriva de las propiedades curativas de las éstas.
“De ahí salen hasta los remedios. Aquí viene gente buscando remedios para las piedras (en los riñones) y dan resultado”, indica.
Además, según Santiago, algunos pacientes de cáncer llegan hasta su negocio buscando las plantas de llantén y de anamú para curarse de dicha enfermedad. “La naturaleza lo tiene todo. Dios lo hizo todo. El ser humano es el que alteró todas las cosas aquí abajo”, advierte.
Las plantas que se utilizan para alejar la mala vibra y “limpiar” son las amargas. Entre ellas, rompezaragüey, quita maldición, espanta muertos, tártago, anamú, hierba luisa y pasote.
Las hojas de estas plantas se hierven y se les extrae el sumo para hacer un baño.
La persona debe darse un baño diario por tres días de corrido.
Una vez que la persona esté limpia, debe proceder a darse otro baño, pero con plantas dulces, para que se le “abran los caminos”. “Ese otro recurso es el que te va a ayudar a cruzar al otro lado, porque no te vas a quedar amargado, con las plantas amargadas. Tienes que bañarte con plantas dulces”.
Para “atraer lo bueno” las plantas dulces que se utilizan son la yerba buena, menta, mejorana, sándalo, romero y la yerba luisa, entre otras.
Oración
“La oración tú la haces por la mañana. Lo más poderoso que nos dejó Dios es la oración y no la usamos”, destaca Santiago.
Velas
Cada vela tiene su función.
La de Santa Clara es para aclarar el camino; la de San Miguel, para vencer y la de Deshacedor para deshacer.
Cuarzos
A estos cristales se les adjudican formidables propiedades para alejar las malas vibraciones y atraer las buenas. Santiago recomienda los cuarzos gris, rojo, blanco y negro.