Las relaciones sentimentales, fundamentadas en palabras y acciones, son frágiles y pueden verse gravemente afectadas por ciertos comentarios, especialmente en momentos de conflicto. Detectar y comprender estas señales es vital para evaluar la estabilidad de una relación y determinar si tiene futuro o está en peligro.

El equilibrio entre los momentos de felicidad y las tensiones es esencial en cualquier relación romántica. La doctora Cortney S. Warren, una psicóloga con formación en Harvard y reconocida por sus investigaciones sobre relaciones de pareja, destacó que ciertas frases, cuando se pronuncian, pueden ser extremadamente destructivas.

Según su vasta experiencia de dos décadas en este campo, la expresión “ojalá nunca nos hubiéramos conocido” es una de las más dañinas que ha escuchado, señalando un profundo arrepentimiento y resentimiento que frecuentemente anuncian el fin de la relación.

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Otras frases y comportamientos que marcan el deterioro

Además de esta contundente declaración, existen otras expresiones igualmente corrosivas que pueden surgir durante discusiones intensas. Comentarios como “eres una carga”, “me das asco”, “eres patético”, “si no tuviéramos hijos ya te habría dejado” o “no mereces mi tiempo” tienen el poder de destruir rápidamente la base de respeto y admiración que sostiene cualquier relación amorosa.

Warren también subrayó la importancia del lenguaje no verbal. Gestos despectivos, como poner los ojos en blanco o mirar al otro de manera despectiva, pueden transmitir desprecio de manera tan clara como las palabras. Estas actitudes no solo hieren en el momento, sino que también pueden dejar marcas emocionales duraderas que erosionan la relación con el tiempo.

Este tipo de comunicación negativa puede desencadenar un ciclo de resentimiento y alejamiento emocional, complicando la resolución de conflictos y debilitando la capacidad de la pareja para enfrentar juntos las adversidades.

Las principales causas de ruptura

Un estudio publicado en la revista “Plos One” apoya estas observaciones, señalando que el distanciamiento emocional es la principal causa de rupturas. Al analizar a más de 15,000 personas, los investigadores identificaron que, junto al alejamiento, las discusiones frecuentes y la infidelidad son también causas comunes de separación.

La tecnología, según el estudio, juega un papel importante en este contexto, ya que los teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos pueden distraer a las personas, restando tiempo que podría dedicarse a fortalecer la relación. En este sentido, la Dra. Warren recomendó establecer momentos del día libres de pantallas para fomentar una conexión más profunda y plena atención entre los miembros de la pareja.

Finalmente, Warren sugirió la creación de rutinas para “registros de relación” semanales o diarios, en los que cada miembro de la pareja pueda expresar sus sentimientos y preocupaciones en un ambiente seguro. Esta práctica no solo fortalece la conexión emocional, sino que también permite abordar de manera preventiva las fuentes de conflicto antes de que se conviertan en problemas serios.