¿En desuso el aro de matrimonio?
Hay veces en que una de las partes en la relación no ve con buenos ojos el que su pareja deje de usarlo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Parece que la costumbre de utilizar un anillo como símbolo de unión matrimonial cada vez va despertando menos interés en estos tiempos.
Si bien hay parejas que acogen el compromiso por lucirlos en los inicios de su unión, lo cierto es que no sorprende que con el paso de los años uno o ambos en la relación ignore la práctica. Sin embargo, ¿esto quiere decir que el amor el acabó? ¿Deber ser una preocupación para la otra parte en la relación?
“El compromiso entre una pareja casada se basa en su interior, en su deseo de integridad y fidelidad como persona”, responde con énfasis la sicóloga Noemí Bernier Domínguez. “El ser humano depende en ocasiones de muchos símbolos visuales para recordar cómo debemos comportarnos. El anillo de matrimonio es un símbolo visible de ese compromiso, pero no representa que si lo tienes vas a cumplir, porque son muchos que lo tienen y le fallan a la pareja”, expone.
La doctora reitera que el uso de esta prenda no es una garantía de fidelidad.
“Puede que veas el anillo, te acuerdes del compromiso que tienes con tu pareja, pero aun así decides no cumplirlo fallando a esa alianza y a ese acuerdo que hicieron ambos frente a un altar”.
En este sentido, comprara que esta prenda “no es un insecticida que lo necesitas para que no se peguen personas con malas intenciones”.
La experta en conducta humana también aclara que, más allá de lo que ha dictado la tradición a lo largo de la historia, cada persona le atribuye su propio significado.
“Representa algo importante dependiendo del valor que le dé cada cual”, menciona. “Si dependiéramos del anillo de matrimonio para ser fiel, estamos basando nuestra fidelidad en algo material que hoy tienes y mañana puedes perder. Las personas que deciden casarse libre y voluntariamente hacen un compromiso personal con esa pareja y es con esa intención que deben reflejar su comportamiento y estilo de vida. Es por eso que es importante basar las relaciones de casados en la confianza, comunicación y el respeto sobre todas las cosas”.
Si no lo usa, ¿es que ya no me quiere?
Algunos en la relación no ven con buenos ojos el que la otra parte opte por dejar de usar la sortija o el aro, en especial si le despierta la duda de que el amor acabó.
“Cuando ambos invierten en el escogido de unos anillos lo hacen con mucha ilusión y sacrificio”, observa la psicóloga al hacer referencia a los días previos a la boda. “En el caso de una pareja que ha optado por dejar de usar el anillo de matrimonio, es importante que no se base de engaños o mentiras”, destaca.
Ahora bien, es de relevancia comprender que “si la persona deja de usarlo no significa que se acabó el amor. Amar no se basa en lo material, sino en lo espiritual. El amor va más allá de un objeto material, ya que se basa en el trato diario, en las atenciones, en el darse el uno al otro, en la entrega que tienen como pareja para caminar juntos. El amor debe estar basado en la confianza, el respeto mutuo y la comunicación abierta. Si lo basamos en un anillo de matrimonio, creo que es importante evaluar las razones de por qué decidiste unir tu vida en matrimonio con la persona que escogiste”.
Pero si las dudas sobre las razones que han motivado a tu pareja a no querer lucir este símbolo de casados te afecta, la doctora reitera en lo primordial de dialogar antes de suponer conclusiones.
“Es importante la comunicación para que así no se creen dudas o malentendidos. Es posible que la otra parte se sienta curiosa o incómoda con esa decisión, pero es importante que haya mucho diálogo y, sobre todo, confianza entre ellos. Sobre todo, el compromiso es de ambas partes, y el mismo se mide por otras razones más importantes que el simple uso del anillo de matrimonio. Por ejemplo, cuán atento soy con mi pareja, ¿estoy cumpliendo con las responsabilidades del hogar?, ¿estamos cultivando nuestra relación de pareja?, etc. El matrimonio se cultiva día a día con detalles”, destaca.
Además, Bernier Domínguez es enfática en que existe una variedad de razones para llevar a la otra parte a no querer lucirlo, como por ejemplo, el que ya no desea andar con joyas o porque la prenda le incomoda, o por temor a perderlo. Esto no quita que la idea de evitar que otros sepan que es casado o casada, para seguir su vida de soltero, también esté contemplada.
Al abordar el tema, es importante evitar presionar para obligar a su uso. “Debe ser con mucho respeto y apertura”, advierte. “En estas situaciones es importante la comprensión y empatía para poder entenderse y, sobre todo, que siempre haya espacio para negociar. No debería aflorar el egoísmo y el orgullo para tratar de imponer algo que lo que puede es opacar la relación”.