Una de las quejas más comunes de los hombres en el matrimonio –o en una relación de convivencia-, es que su pareja ya no muestra el mismo interés por tener intimidad que antes.

Durante el noviazgo, no hacía falta buscar razones para el momento de placer. Pero luego de vivir juntos, las ganas en ella parece que se han ido de vacaciones.

En un artículo del huffingtonpost.com, la psicóloga Samantha Rodman explica algunas razones por las que muchas esposas se muestran reacias a tener relaciones sexuales con la frecuencia de antes. Por fortuna, todas tienen solución, así que anímate a fomentar una buena comunicación y dialogar para trabajar en la solución de cada inquietud.

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1. No hueles bien. De acuerdo con la psicóloga, esta es la queja número uno de las mujeres en sus consultas. Las chicas son súper sensibles a los olores, más aún en sus momentos más fértiles. Así que cepillarte los dientes, ducharte antes de acostarte y en la mañana, aumentará las probabilidades de hacer el amor con un amante no maloliente.

2. Luces con flojera. A las mujeres les gusta un hombre con iniciativa, dinámico y enérgico. Para apagar la chispa en la mujer, nada mejor que llegar a la casa y ver a su esposo tirado en el sofá viendo televisión –o navegando en la computadora-. Y peor aún, asomarse horas más tarde, y ver que él sigue en las mismas.

3. No ayuda en los quehaceres domésticos. El que el hombre colabore en las tareas del hogar, sin duda, es un claro mensaje de que existe una consideración hacia ella. Estudios han demostrado que muchas mujeres albergan resentimientos al sentir que su pareja les deja la carga del hogar en sus manos. ¿El castigo para ellos? No tener sexo.

4. Eres aburrido. Tus conversaciones se han reducido a frases. Y al momento de hacer el acercamiento para la intimidad, apareces con la misma rutina. Si quieres que tu esposa se desnude para ti, por ejemplo, utiliza tu creatividad para hacerle algunas preguntas profundas o humorísticas.

5. Actúas como si estuvieras viviendo en una fraternidad. La psicóloga explica que esta es otra de las críticas más comunes. Entre las cosas que más disgustan a las mujeres, están los eructos de su pareja, los pedos, beber hasta vomitar, y el que agarren sus senos de la nada. También, el que hagan chistes machistas.

6. No notas nada en ella. El cambio de color de cabello, la pérdida de diez libras, lo elegante que se vistió hoy… El hombre no lo nota, y si lo nota, no dice nada. Error. El mensaje que envías a tu pareja es de total indiferencia. Así que haz un esfuerzo y muestra interés en explorar el cuerpo de tu esposa desde la mañana. ¿Luce bien? ¡Pues díselo!

7. Eres pesimista. Si eres de los que protestas por todo, por cada posible solución respondes con un “pero”, y por cada opinión te empeñas en llevar la contraria… ¿De veras crees que ella va a sentir admiración hacia ti? ¿Va a sentirse excitada de acostarse con alguien que hace unos minutos le dijo lo ridícula que era su opinión?  

8. No la apoyas en público. Y peor aún: te burlas de ella delante de todos. De hecho, ni siquiera hacer bromas de ella y minimizarla en privado la motivará a ir contigo a la cama esta noche.

9. No te importa lo que a ella le interesa. ¿Sabes cuál es su película favorita? ¿Qué postre disfruta más? Sé honesto. Cuando ella te habla sobre algo importante en su vida, ¿buscas evadirla o interrumpir la conversación? ¿O haces un esfuerzo para involucrarte en sus preocupaciones y aspiraciones?.

10. No le preguntas por qué no quiere tener sexo. Seguro te mueres por saber por qué hace tiempo ella te rechaza para ir a la cama. Pero, ¿por qué no has dado el paso de preguntarle? Este acto de valentía, sin duda, le demostrará que se trata de un aspecto valioso para ti, y que te interesa involucrarte para encontrar una solución al problema. Básico, ¿verdad? Pero te sorprendería saber cuántos hombres no se atreven a dar este paso.