De panas a novios
Conoce los testimonios de parejas que se empataron cuando eran parte de un mismo grupo de amigos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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¿Se callan o lo dicen?
Esa es la disyuntiva en la que se encuentran los amigos Carlos Rodríguez y María Figueroa (nombres ficticios para proteger su identidad) sobre su decisión de responder a un sentimiento que se ha despertado de la noche a la mañana entre ambos o conservar su estrecha relación de amistad.
Carlos y María son buenos amigos hace más de 15 años. Se conocen desde jóvenes, porque se criaron en el mismo barrio. Asistían a la misma escuela y ambos vieron como cada cual se enamoró de diferentes personas y llegaron a formar familias con sus respectivas parejas.
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La amistad entre ellos y sus parejas se afianzó con el tiempo y ambos matrimonios compartían con sus hijos y amigos. El grupo de amistades fue creciendo y más familias se unieron al corrillo de panas. Son de esos amigos que les gusta inventar cualquier excusa para formar un bembé o irse de chinchorreo los domingos. Entre todos han creado una hermandad que Carlos y María no desean afectar.
Resulta que Carlos se divorció por mutuo acuerdo hace más de dos años de su esposa. Aún así, el exmatrimonio conserva la amistad con el resto del grupo y se siguen reuniendo como buenos panas que son todos.
María, por su parte, hace seis meses que se divorció también y al igual que Carlos mantiene una relación cordial con su expareja, quien es también integrante del grupo de amigos.
Hace un mes, Carlos invitó a todos a su hogar para celebrar su cumpleaños. Todos la pasaron espectacular. La última en marcharse fue María, que lo ayudó a recoger la casa. Carlos y María conversaron hasta entrada la madrugada y cuando ella decidió marcharse, Carlos la sorprendió con un beso en la boca que ella respondió a gusto.
Desde ese día, Carlos y María dejaron de verse como panas y entre ellos ha surgido una repentina pasión que ninguno puede explicar del todo. Ambos aseguran que previo a ese beso no se miraban con otros ojos que no fueran los de amigos. El hecho de que ahora deseen comenzar una relación les preocupa, porque temen que se quebrante la amistad con el grupo en el que también comparten sus exparejas.
Ninguno de los dos sabe cómo decirlo o si deben continuar en una relación a escondidas.
Se atrevieron
Un panorama similar vivieron hace dos años y medio Betzaida Meléndez y Roberto Ruiz, amigos de jangueos que cruzaron la línea de la amistad y ahora viven una relación estable.
Al igual que Carlos y María; Betzaida y Roberto eran parte de un grupo de amigos que iban a todas partes juntos. En el caso de ella, sus ojos estaban puestos en otro chico del grupo que la hacía delirar. Mientras que a él le interesaba otra fémina.
Betzaida asegura que siempre que intentaba salir con las personas que le gustaban dentro del grupo terminaban ellos dos solos en el jangueo, pero asegura que entonces no sentía ningún tipo de atracción o gusto por Roberto.
“Nos empezó a pasar que aunque salíamos en grupo y cada uno estaba interesado en diferentes personas, algo pasaba que terminábamos nosotros solos. O a veces llegamos solos a los sitios, porque los que nos interesaban no llegaban, y como nos llevábamos tan bien, la pasábamos espectacular, pero solo como amigos. La comunicación entre nosotros dos era más bien para que se diera el encuentro con los demás. Un día nos encontramos todos en un jangueo en su casa y pasó algo, y desde ese día, de mi parte, empecé a verlo distinto”, recuerda Betzaida de ese primer encuentro en el que vio a Roberto como un hombre y no como un amigo.
Aparentemente, Roberto sí le había echado el ojo a Betzaida y, de vez en cuando, “me tiraba sus puyitas”, aunque ella nunca le hizo caso.
Una vez se empataron como novios, Betzaida fue la que le pidió que no se le comunicará al resto de los amigos. Quería que la relación estuviera madura. Sin embargo, Roberto lo comunicó rápido.
“Fui yo la que no quería que se supiera muy pronto para darle tiempo a la relación, pero él no aguantó y fue corriendo a decirlo. En mi caso me tardé en comunicarlo a mi familia. No sabía cómo hacerlo, porque lo conocían. Lo dije para la boda de mi prima”, añade Betzaida, quien hace un año convive con Roberto.
La joven, que trabaja en el campo de la publicidad, menciona que una vez comunicaron su relación a las amistades han podido vivir la libertad de amar. Ella agradece el hecho de que fueron amigos antes que pareja, por lo que no existen secretos previos entre ellos.
“Para mí ha sido una ventaja ser amigos antes. Nos conocemos muy bien, desde lo que nos gusta y lo que no. Si yo no hubiese sido amiga de él antes no conocería un montón de cosas de él que de otra manera él las hubiese ocultado. Con un jevo uno no se atreve a decir y contar cosas, porque se corta las patas. Además, existe una confianza y una sinceridad desde el inicio de la relación”, subraya Betzaida de su relación.
Seguridad al comunicarlo
Precisamente, la psicóloga Eva Candelas afirma que dentro de las ventajas entre las relaciones de amigos figura que ambas partes tienen un camino adelantado porque se conocen los gustos, la comida, sus personalidades y qué le agrada o no. Igual, ya conocen a las familias. En ese sentido, esa etapa de enamorar impresionando no es necesaria en este tipo de relación.
La doctora en psicología destaca que, por lo general, hay más ventajas en este tipo de relación que desventajas. Eso sí, aclara que en muchos casos, se puede estar confundiendo la empatía y el amor de amigos con el de pareja.
“Si como amiga conociste a su ex y él salió lastimado y empiezas la relación debes estar clara que él puede estar confundido y simplemente está llenando un vacío emocional contigo, que eres la amiga. Lo otro que se debe establecer de entrada es que si la relación no funciona, ambos deben estar conscientes que se arriesga la amitad”, explica Candelas.
Sobre el testimonio de la pareja de amigos que no sabe si callar su amor o revelarlo, la doctora puntualiza que lo recomendable es comunicarlo con sinceridad.
“Una vez la pareja está clara y decidida en que van a tener una relación seria deben comunicarlo. Antes de eso, no. Las cosas se deben afrontar lo antes posible” , puntualiza la psicóloga.
Al cruzar la línea de la amistad
La psicóloga Eva Candelas sugiere que antes de entablar una relación de pareja con ese amigo de toda la vida se debe evaluar si realmente se trata de amor o de llenar unos vacíos emocionales. Una vez se decidan a estar juntos como pareja deben tener claro que de no funcionar existe el riesgo de que la amistad se quebrante. La recomendación en estos casos es que la pareja comunique lo antes posible su relación.