Cuando el lenguaje infantil es parte de la dinámica de pareja
Algunas personas podrían considerar dicha forma de expresión como la más romántica, mientras para otras, puede rayar en lo ridículo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
PUBLICIDAD
“Bebechito”, “mi amorchito”, “cuchi cuchi de mami”… Puede que al leer esas frases hayas adoptado un tono agudo, incluso tierno, como si le hablaras a un bebé. ¿Pero qué tal si se tratara de una pareja de adultos los que se comunican con este tipo de lenguaje aniñado?
Algunas personas podrían considerar dicha forma de expresión como la más romántica, mientras para otras, puede rayar en lo ridículo, pero más allá de las opiniones, ¿qué se esconde detrás del llamado baby talk?
Un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon y la Universidad de Winscosin, realizado en 2005 por los investigadores G. Bryant y H. Barret, estableció que este lenguaje, que se emplea en todas las culturas, predispone a las personas a la protección y consuelo. Un efecto similar es el que puede producir en los adultos, afirmó la sicóloga y terapeuta sexual Karen Vázquez Chéverez.
Relacionadas
De acuerdo con la experta, este tipo de comunicación suele ser una herramienta para llamar la atención y/o demostrar ternura en algunas parejas que se están conociendo, y en relaciones constituidas, un lenguaje que busca mantener el romanticismo.
“Uno espera que en esas relaciones primarias -entiéndase mamá, papá, cuidadores- con ese o esa menor de edad esa conexión se hubiese dado a base del amor, de la atención, del cariño. Entonces, puede ser que una vinculación amorosa (al lenguaje infantil) active eso”, opinó.
Lo común, según indicó, es que esta clase de dinámica se produzca en la intimidad del hogar y no trascienda al ámbito social. Sin embargo, hace unas semanas, el reguetonero Alexis Ortiz, del dúo Alexis y Fido, no tuvo reparo en compartir en las redes sociales un vídeo junto a su esposa en el que ambos se escuchan adoptar el lenguaje aniñado. Mientras hubo quienes los elogiaron y catalogaron como románticos, hubo seguidores que no dudaron en tildarlos de “changuitos” y hasta burlarse de ellos.
Para la también educadora, la reacción del público en este caso fue la esperada en una sociedad en la que típicamente el hombre tiene que proyectarse como el fuerte y la mujer más sensible.
“No lo endoso, pero me hace mucho sentido que hayan cogido al reguetonero de punto porque típicamente con quien se asocia este tipo de comunicación es con a la mujer, a quien se le atribuyen características de mayor ternura en la relación de pareja. No es que los hombres no lo hagan, pero es bien atípico que presenten este tipo de comunicación con pares precisamente para que no se les cuestione su masculinidad, para que no se le haga ver que la pareja lo tiene controlado porque lamentablemente la sociedad es la que le ha enseñado al hombre a ser quien tenga el control y a brindar este sentido de protección para con la mujer, no necesariamente la mujer al hombre”, sostuvo la entrevistada.
Aunque reiteró que no se puede ser categórico a la hora de adjudicar explicaciones sicológicas para la adopción de dicho lenguaje, opinó que en algunos casos puede denotar cierta inseguridad y falta de madurez emocional.
“Son estilos de comunicación que nosotros aprendemos (en la niñez) y que a veces los evolucionamos y en otras ocasiones nos quedamos con ellos sin evolucionar. Por eso es tan importante que dentro de la pareja se determine qué le hace bien a ambos(…) Cuando se unen ciertas variables podría ser sinónimo de cierto grado de inseguridad, de tener un estilo de apego más dependiente de la pareja. Obviamente, a mí no me gusta ser categórica en estos planteamientos porque no estamos aquí para propósitos de diagnósticos ni de ser calificativos, pero sí en ocasiones, cuando observamos que este tipo de comportamiento es más generalizado, podría ser señal incluso hasta de la madurez emocional alcanzada. Por ejemplo, yo he visto personas que este tipo de conducta lo llevan hasta en la forma como visten con ropa de muñequitos, en como decoran la casa”, comentó.
La coordinadora del Comité de Promoción para la Salud Sexual de la Asociación de Sicología de Puerto Rico destacó que el baby talk en los adultos viene acompañado de gestos corporales que “va a la par con lo que se está diciendo”.
Según lo que ha observado a por medio de su consulta, es una conducta que se presenta mayormente en adultos de más de 30 años.
Si ese tipo de comportamiento y lenguaje es aceptado y validado por la otra persona, pues perfecto, pero si no, tenemos que reaccionar, hay que decir que no nos gusta.
“Haciendo una revisión rápida, yo te diría que se ve más en personas ya constituidas no tan jóvenes. Yo estoy trabajando con muchos jóvenes de ambos sexos y el lenguaje tiende a ser uno más sin filtro”, observó.
De otro lado, expresó que siempre y cuando este lenguaje sea aceptado por las dos personas que constituyen la relación, no tiene por qué ser negativo.
“Cada pareja establece su forma de comportarse, pero si no es aceptado, necesita la persona dejarlo saber porque puede afectar a la pareja y hasta la sexualidad”, recalcó.
“En las relaciones de pareja todo aquello que se dé bajo consentimiento de ambas partes y que tenga un sentido erótico-afectivo para ambas partes no genera ningún problema. Si tú o tu pareja utilizan el baby talk como una herramienta de comunicación romántica, erótica o afectiva y a ambos les cae bien, pues perfecto. Ahora bien, si hay un miembro en la pareja a quien esto no le agrada pues definitivamente esto se convierte en una herramienta de distanciamiento”, recalcó.
La incomodidad que puede causar el baby talk, en alguno de los componentes de la pareja subrayó, se debe a que se espera que las relaciones sexuales se den entre adultos, por lo cual se espera que en dicha etapa de madurez el comportamiento erótico afectivo que surja en las parejas se dé con cierto grado de madurez.
“Los 16 años es la edad que el Estado autoriza para para consentir la sexualidad compartida, así que se espera dentro de dos personas adultas se muestre un comportamiento erótico afectivo adulto, no necesariamente que estén con lo que en otras palabras se llaman niñerías”, puntualizó. En este caso, insistió en que es importante comunicar la molestia y proponer un forma de comunicarse más adulta y madura que se adapte a los dos.
Características del Baby Talk
Las personas que se comunican con lenguaje infantil pueden identificarse por los siguientes rasgos:
-Uso frecuente de diminutivos y sustituyen la “S” por sonidos de “Ch” para sonar como niños cuando están aprendiendo a hablar.
-Hacen pucheros constantemente.
-Cruzan sus manos para hablar.
-Hacen berrinches.
-Buscan siempre abrazar a sus parejas.
-Hacen mimos con frecuencia.