La elección de un método anticonceptivo es fundamental para la salud sexual y reproductiva. Existen distintos métodos, desde los de barrera, como el condón, hasta los dispositivos intrauterinos (DIU) y los contraceptivos hormonales.

Tener una gama de alternativas para una vida sexual segura permite escoger con la que te sientas más cómoda y sea mejor para tu salud. Pero antes de tomar una elección es importante conocer cada uno, cuál es el de mayor eficacia y si tienen algún efecto secundario que pueda afectar tu salud o estilo de vida.

Recordemos que cada cuerpo es diferente, por lo que la tasa de efectividad no es lo único que debes tomar en cuenta. Depende de diversas variables como tu estilo de vida y condiciones de salud específicas.

Según el portal especializado Health, cuando se trata de medir la eficacia, los expertos utilizan datos basados en el “uso típico”, o cómo las personas reales utilizan cada método. El más efectivo es el implante subdérmico, con una tasa de fracaso de uso típico de 0.1%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC).

Anticonceptivos y su eficacia

Health ofrece datos específicos sobre la tasa de fracasos de cada uno de los principales métodos anticonceptivos existentes, esta información fue extraída de los CDC y de la Oficina de Salud de la Mujer de EE.UU. Recuerda que debes analizar con tu ginecóloga cuál es el mejor método para ti, basándote en el modo de uso, ventajas y desventajas.

Condón externo o masculino

Tasa de fracaso de uso típico: 13%, según los CDC.

Por lo general está hecho de látex, aunque también hay de poliuretano o polisopreno, que son adecuados para personas con alergia al látex. Su uso adecuado ayuda a protegerte de las enfermedades de transmisión sexual (ITS), por lo que se recomienda combinar con otro método.

Condón interno o femenino

Tasa de fracaso de uso típico: 21%, según los CDC.

Tiene forma de tubo con anillos flexibles en ambos extremos. Uno de los anillos se introduce en la vagina para cubrir el cuello uterino y el otro queda fuera de la vagina cubriendo los labios externos.

Esponja

Tasa típica de fracaso en el uso: 27% en personas que han dado a luz antes y 14% en personas que no, según los CDC.

Se utiliza dentro de la vagina para prevenir el embarazo al bloquear y absorber los espermatozoides, de igual forma contiene espermicida para inmovilizar o atacar al esperma. Se debe colocar antes de las relaciones sexuales y dejarse ahí por 6 horas como máximo. Es posible sufrir irritación, picazón o ardor, además de que es sumamente importante no dejarla dentro del cuerpo por más tiempo del que se indica.

Diafragma

Tasa de fracaso de uso típico: 17%, según los CDC.

Es una copa de silicona flexible o goma que se coloca dentro de la vagina y cubre el cuello uterino. Viene en diferentes tamaños para adaptarse a diferentes cuerpos. Es importante saber usarlo de forma correcta, pues su uso incorrecto puede causar irritaciones en el conducto vaginal.

Implante

Tasa de fracaso de uso típico: 0.1%, según los CDC.

Es un método a largo plazo, donde se implanta un pequeño dispositivo en la parte interna de la piel del brazo. Libera progestina (hormona similar a la progesterona) de manera constante durante un periodo de varios años. La progestina evita la ovulación, engrosa la mucosidad cervical para dificultar el paso de los espermatozoides y adelgaza el revestimiento del útero, lo que reduce posibilidades de un embarazo. Puede causar irregularidades menstruales, como sangrado irregular, ausencia de menstruación o menstruación más frecuente o prolongada.

DIU hormonal

Tasa de fracaso de uso típico: 0.1% al 0.4%, según los CDC.

Este dispositivo en forma de “T” es colocado por un médico en el interior del útero, liberando constantemente progestina. Su colocación es sencilla y no tarda más de 15 minutos. Como el implante, uede tener efectos secundarios como cambios en tu ciclo menstrual, acné, dolores de cabeza, entre otros.

El parche

Tasa de fracaso de uso típico: 7%, según los CDC.

Se adhiere a la piel y libera hormonas que ayudan a la prevención del embarazo: estrógeno y progestina. Éstas se absorben a través de la piel y entran en el torrente sanguíneo, evitando así la ovulación. Se coloca en el brazo, abdomen o glúteo. Al ser un método hormonal tiene varios posibles efectos secundarios como los que mencionamos arriba.

Píldora

Tasa de fracaso de uso típico: 7%, según los CDC.

Existen muchas píldoras que actúan de la misma forma: detienen la ovulación, por lo que no se libera ningún óvulo. También espesan la mucosidad cervical. No se deben confundir con las pastillas de emergencia o del día siguiente.