Ya sea por ir a la universidad, casarse, un nuevo trabajo o sencillamente emprender su propio rumbo, tarde o temprano llega el día en el que los hijos se independizan y se van de la casa.

Aunque se trata de una etapa normal de la vida, esta nueva realidad suele convertirse en un reto emocional para muchos padres, quienes experimentan sentimientos de tristeza y vacío personal ante la emancipación del último hijo –o a veces el único– que vivía en el hogar familiar.

A esto se le conoce como el síndrome del nido vacío, una condición que describe la dificultad para asumir la marcha de los hijos de la casa.

Según el psicólogo clínico Luis Caraballo, esta coyuntura se plantea como un periodo de mucha fragilidad, en el que se presentan sentimientos de pérdida, inutilidad y hasta depresión.

“Básicamente, es como una sensación general de soledad que tienen los padres, de un vacío. Hay síntomas de tristeza y problemas de ajuste para adaptarse a esta nueva etapa, y esto puede traer problemas de pareja si los padres aún están casados o exacerbar los que han estado ahí subyacentes, como falta de intimidad sexual, mala comunicación o pobre tolerancia”, explica el especialista sobre el empty nest syndrome, como se le conoce en inglés.

Más vulnerables

Aunque el síndrome afecta a padres y madres, el doctor Caraballo señala que son estas últimas quienes más lo padecen, sobre todo aquellas que han dedicado prácticamente toda su vida a sus hijos.

Se trata de mamás cuyo día a día giraba en torno a sus vástagos, sus necesidades y problemas, descuidando muchas veces sus propias necesidades, hobbies y realización personal.

“Es bastante marcado en la madre que dejó de hacer sus cosas y de trabajar para echar para adelante a sus hijos. Es de las que los llevaba cada mañana a la escuela, estaba involucrada en todas las actividades, en la tarde los llevaba a las prácticas de algún deporte y en la noche veía televisión un ratito con ellos”, destaca el psicólogo clínico.

El experto revela, no obstante, que sentir las emociones de tristeza y de pérdida es algo normal en esa etapa de emancipación de los hijos, pues los padres estaban acostumbrados –precisamente– a vivir juntos. Tenían todo un hábito y una rutina con ellos, que ahora es preciso cambiar.

“Hay factores que pueden hacer que el evento del nido vacío sea más marcado y difícil, pero, en términos generales, yo diría que todas las familias pasan por eso, en mayor o menor grado”, asegura el doctor Caraballo, también catedrático auxiliar en psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras.

¿Y ahora qué?

Para afrontar los sentimientos de soledad y angustia, el psicólogo asegura que una buena estrategia es intentar ver la nueva situación, en lugar de como una pérdida, como un periodo de más libertad y posibilidades de autodesarrollo.

Ahora es el momento ideal para realizar un sinnúmero de actividades que habían quedado relegadas durante tantos años al priorizar el cuidado de los hijos.

Tomar clases de baile, hacer yoga, practicar algún deporte, pasear con los amigos, viajar y hasta retomar la vida en pareja ayudarán a llenar la oquedad interior producida por el “nido vacío”.

“Es importante no hacer de esto una tragedia o catástrofe, sino entender que es un evento que va a pasar y que hay que buscar maneras de usar ese tiempo que antes lo llenaban los hijos”, concluye el doctor Caraballo.

Sobrelleva la situación 

-Comparte con tus amigos Vuelve a contactar a tus 

viejas amistades o haz nuevos amigos; son claves en tu transformación de padre full time a una persona sin hijos en casa.

-Adquiere un hobby Aprende a bailar salsa, toma clases de costura o escribe un blog sobre temas que te interesen; mantener la mente ocupada te ayudará a superar el síndrome.

-Reconéctate con el amor de tu vida Si estás casado o casada, ¡por fin estarás a solas con tu pareja!  Hagan cosas  que los hagan sentir bien y recuerden por qué se enamoraron.

-No te encierres Estar en tu casa triste todo el tiempo y sin hacer nada divertido solo te provocará más dolor; mientras estés pasando por esto, no te olvides de tu bienestar.

-Acepta recibir apoyo Si crees que no puedes lidiar con la tristeza o eres incapaz de recuperar tu vida después de que tus hijos se han ido, es importante buscar ayuda profesional.