Ataque a peatones en Toronto pone reflectores en misoginia
Las frustraciones sexuales de los autodenominados “incels” derivan en ira contra la mujeres.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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El ataque letal con una camioneta en Toronto está generando atención hacia un mundo en línea de soledad sexual, ira y misoginia después de que el sospechoso invocó a un alzamiento de “célibes involuntarios” e hizo referencias a un asesino de California que se enfurecía con las mujeres que lo rechazaban.
El mundo de los autodenominados “incels” (célibes involuntarios), en el que las frustraciones sexuales derivan en ira contra las mujeres, se ha convertido en un refugio virtual para algunos hombres aislados de la sociedad, como el estudiante de ciencias computacionales de 25 años que fue acusado de la masacre del lunes en la avenida más transitada de Toronto.
Minutos antes de embestir la camioneta rentada contra una multitud compuesta por mujeres en su mayor parte, de la que mató a 10 personas e hirió a otras 14, el sospechoso Alek Minassian publicó un mensaje en Facebook que parece ofrecer una de las pocas pistas que se tienen hasta el momento de lo que estaba pensando: “La Rebelión Incel ha comenzado”.
La policía confirmó que Minassian publicó el mensaje, pero hasta el momento se ha negado a dar un móvil del ataque a medida que la investigación avanza. De todas formas, la publicación ha reavivado las preocupaciones sobre las posturas misóginas como la de Elliot Rodger, un asesino serial de California al que Minassian se refirió en su publicación.
Los foros y los sitios de los “incel” son “algunas de las áreas más violentas del internet”, dijo Heidi Beirich, quien rastrea a grupos de odio para el grupo activista Southern Poverty Law Center. “A algunos podría parecerles que este es un grupo de hombres blancos patéticos, victimizados y que simplemente se sienten solos. No es así. Es algo repugnante”.
Sin embargo, algunos sitios “incel” insisten en que no condonan la violencia ni la misoginia. Y Judith Taylor, profesora de la Universidad de Toronto que se enfoca en los movimientos sociales, destaca que algunos participantes de las discusiones sobre el celibato involuntario simplemente se sienten abandonados, mientras que otros “pueden ser muy explícitos y muy tóxicos”.
Hasta el lunes, Minassian llevaba una vida que nunca atrajo la atención de las autoridades.
Vivía con su familia en los suburbios de Toronto y estudiaba en el cercano Seneca College, donde algunos de sus compañeros le dijeron a la prensa que era muy bueno con las computadoras. El año pasado se enlistó brevemente en el ejército pero pidió su baja de los entrenamientos después de apenas 16 días, indicó el Departamento de Defensa Nacional de Canadá.
Durante su adolescencia tenía una personalidad extraña, dicen quienes lo conocieron en esa época.
“Se sabía que maullaba como gato e intentaba morder a las personas”, aunque nunca fue violento, escribió Alexander Alexandrovitch, quien dijo en Facebook que fue su compañero en la escuela secundaria.
Otros señalan que Minassian tenía dificultades sociales, especialmente con las mujeres.
Solía entonar “le tengo miedo a las niñas”, dijo su excompañero de secundaria, Ari Blaff, a los medios de comunicación. Otro compañero, Josh Kirstein, dijo al The New York Times que Minassian “se escondía y evitaba contacto visual cuando veía a una chica... simplemente se cohibía por completo”.