La decisión final se tomará en el próximo mes de agosto, y si bien es cierto que la FDA no está obligada a seguir la recomendación de los panelistas, por el momento todo apunta a que la decisión será positiva.

Expertos médicos de dicha entidad examinaron la evidencia presentada respecto a la eficacia del fármaco llamado flibanserin, diseñado para ayudar a mujeres premenopáusicas con Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo (HSDD, por sus siglas en inglés).

Esta es la tercera vez que dicho fármaco se presenta ante un panel de la FDA. Los intentos previos para obtener aprobación para el mismo fallaron, en parte, debido a la duda de si los beneficios de tomarla superaban los riesgos.

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En última instancia, una madre y su hija estuvieron entre las personas que dieron emotivos testimonios personales frente al panel que se reunió ayer, jueves, 4 de junio. La madre, una mujer de nombre Bárbara, habló acerca de cómo sus relaciones con su esposo y hasta con la familia sufrieron debido a su falta de deseo sexual. Ella dijo que fue diagnosticada con HSDD y le informó al panel que fue un “gran alivio saber que no era culpa suya”. Bárbara estuvo entre los pacientes de la prueba clínica y aseguró que los resultados fueron dramáticos. “No tuve efectos secundarios negativos, solo efectos buenos, bien buenos”.

A continuación, Bárbara expresó cuánto le dolía que su hija hubiera heredado de ella el Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo. Entonces, fue su hija la que habló con la voz casi quebrada, diciéndole al panel que, en su caso, hubo un momento en que “el divorcio estuvo en la mesa”. Como sus intentos por sentirse sexual fracasaban, “mi esposo piensa que ya no lo quiero”, según confesó.

El flibanserin funciona manipulando los químicos en el cerebro para tratar de inducir un deseo sexual, pero, originalmente, fue diseñado como un antidepresivo.

Las primeras pruebas demostraron que el fármaco ayudaba a las mujeres a tener “eventos sexuales más satisfactorios”, según indicó la FDA en un resumen presentado previo a la reunión, pero aquellas que lo probaron también confrontaron múltiples efectos secundarios –aunque muy raros–, incluyendo náusea, mareos, fatiga y desmayos. Durante las primeras pruebas, también, el flibanserin no demostró mejoría en el aumento en deseo sexual. Más aún, se desconocen los efectos a largo plazo de este medicamento si se toma diariamente y podría ser lo que frenara la aprobación final de la FDA. 

El flibanserin es producido por la farmacéutica Sprout. Cindy Whitehead, fundadora y principal oficial de operaciones de la compañía con sede en Carolina del Norte, lleva cuatro años luchando para que el medicamento sea aprobado. “Existen 25 fármacos aprobados para algún tipo de disfunción sexual en los hombres, pero lo que hay es un cero bien grande para la forma más común de disfunción sexual femenina (FSD, por sus siglas en inglés)”, dijo Whitehead en una entrevista con ABC News el año pasado. “No importa cómo o por qué llegamos hasta aquí, pero estamos aquí y tenemos que encontrar una solución para esto”, acotó.

Por otro lado, en la opinión de la ginecóloga Lauren Streicher, la medicina está dirigida a un asunto más complicado que el que enfrentan los hombres con la problemática fisiológica de la disfunción eréctil. Según la facultativa, “el Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo es un problema específico en una mujer que no piensa en el sexo, no tiene fantasías, no desea el sexo. Lo que lo hace diferente es que la está angustiando. Esto tiene un impacto negativo en ella. Ella se preocupa por eso, se siente frustrada”.