Francia encabeza la lista de los países donde la infidelidad es “moralmente aceptable”, lo que los coloca en una postura de avanzada o de descaro, según el ojo de quien mire.

Según una encuesta del Pew Research Center, casi la mitad de los franceses no condena la infidelidad entre parejas casadas. De las 39 naciones encuestadas, Francia ocupó el primer lugar en aceptación con un 47%. Un 40% dijo que no había ningún issue moral.

Hace apenas una semana, el presidente francés Franois Hollande terminó su relación con la periodista Valérie Trierweiler precisamente tras la publicación de fotografías en las que él compartía amorosamente con la actriz Julie Gayet. Moralmente aceptable o no, la impresión mediática hacia su infidelidad pareció ser más bien de condena. Sin embargo, una encuesta del Instituto francés de Opinión Pública reveló que el 77% de los ciudadanos entendía que la infidelidad del presidente era un asunto privado que solo le concernía a él.

En el nivel de aceptación, a Francia le siguen Alemania, España, Italia y Sudáfrica, con un 60, 64, 64 y 65%. El primer país latinoamericano que aparece es Chile, donde el 16% no lo considera un asunto de moral.

Entre los países en los que parece tener un rechazo general están Turquía, Palestina, Indonesia y Jordania, territorios esencialmente islámicos.

Estados Unidos, los más cercanos a Puerto Rico por la relación  política, encuentra inaceptable la infidelidad con un contundente 84%. Un 10% no lo relaciona con un asunto moral y un cuatro lo considera aceptable.

Puerto Rico, como en muchas encuestas de países, no figura entre los consultados. Pero, un estudio cualitativo presentado en el 2011 encontró que el 90% de los puertorriqueños cree que pegar cuernos está mal. Ahora, un 15% admitió haber sido infiel.